Leyenda Axilo:
Hijo de Teuras, rey de Arisbo, fue muerto por Diómedes en el sitio de Troya.
jueves, 15 de abril de 2010
Zeus:
"Zeús Krónios (descendiente de Cronos), o simplemente Zeús o Zdeús o Dias es el líder de los dioses y el dios del cielo y el trueno en la mitología griega.EtimologíaZeus era originalmente el mismo dios de la religión indo-europea equivalente al dios védico Dyaus Pitar (compárese con Júpiter) y al Tyr (Ziu, Tiw, Tiwaz) de las mitología germánica y nórdica. Tyr fue sin embargo suplantado por Odín como dios supremo en los pueblos germánicos. Irónicamente, las tribus germánicas no identificaban a Zeus/Júpiter con Tyr ni con Odín, sino con Tor.Tanto la palabra griega Theus (Zeus) como la latina Iupiter (Júpiter) provienen de Diau-pitar (que en épocas posteriores prácticamente fue olvidado). Diau en sánscrito significa "cielo" y pitar-piter-pater "padre". De la palabra Theus proviene la palabra Dios en castellano. Sus derivados (como las palabras "teología" o "teocracia") originalmente se escribían con th (theología, theocracia) y se pronunciaba zeología, zeocracia.El culto a ZeusPapel y títulosEl papel de Zeus en el panteón olímpico de la Grecia antigua no puede ser exagerado. Engendró a muchos de los héroes y heroínas (véase una lista al final del artículo) y participaba en muchas de sus historias. Aunque era el dios del cielo y el trueno, era también el artificio cultural más elevado. En algunos sentidos, era para los griegos la encarnación de sus creencias religiosas y la deidad arquetípica.Los diversos títulos aplicados a Zeus enfatizaban diferentes aspectos de su amplísima autoridad:Olimpio enfatizaba el reinado de Zeus sobre los dioses y sobre el festival panhelénico en Olimpia. Un título relacionado era Panhelenio ("Zeus de todos los helenos"), a quien estaba dedicado el famoso templo de Eaco en Egina. Como Xenios, Zeus era el patrón de la hospitalidad y los invitados, presto a vengar cualquier injusticia cometida contra un extraño. Como Horkios, era el vigilante de los juramentos. A los mentirosos que eran descubiertos se les hacía dedicar una estatua a Zeus, con frecuencia en el santuario de Olimpia. Como Agoraios, Zeus vigilaba los negocios en el ágora, y castigaba a los comerciantes deshonestos. Cultos panhelénicos a ZeusEl principal centro en el que todos los griegos convergían para rendir honor a su dios jefe era Olimpia. El festival cuatrienal que se celebraba allí incluía los famosos Juegos. Había también un altar dedicado a Zeus construido no con piedra, sino con ceniza, procedente de los restos acumulados durante muchos siglos de víctimas animales inmoladas allí.Aparte de los principales santuarios situados entre poleis, había determinadas formas de adorar a Zeus que compartía todo el mundo griego. La mayoría de los títulos anteriormente enumerados, por ejemplo, podían encontrarse en ciertos templos griegos desde Asia Menor hasta Sicilia. Determinados rituales se celebraban de la misma forma también: sacrificar un animal blanco sobre un altar elevado, por nombrar uno.Por otra parte, algunas ciudades tenían cultos a Zeus que funcionaban de formas marcadamente diferentes.Algunos cultos locales a ZeusAdemás de los títulos y conceptos panhelénicos enumerados anteriormente, los cultos locales mantuvieron sus propias ideas idiosincrásicas sobre el rey de los dioses y los hombres. A continuación se enumeran algunas de ellas.Zeus cretenseEn Creta, se adoraba a Zeus en una serie de cuevas en Knossos, Ida y Palaikastro. Las historias de Minos y Epiménides sugieren que estas cuevas fueron alguna vez usadas para la adivinación incubadora por reyes y sacerdotes. El escenario dramático de las Leyes de Platón está en la ruta de peregrinaje a uno de estos sitios, enfatizando los vínculos del Zeus cretense con la legislación prudente y el conocimiento oculto. En Creta, Zeus era representado en el arte como un joven de largos cabellos en lugar de como un adulto maduro, y en los himnos se apelaba a él como ho megas kouros, "el gran joven". Junto con los Curetes, un grupo de extáticos bailarines armados, Zeus presidía el riguroso entrenamiento militar y atlético y los ritos secretos de la paideia cretense.Zeus Lykaios en ArcadiaKylix laconio del siglo VI adC, mostrando a Zeus Lykaios con un águila.El título Lykaios está morfológicamente conectado con lyke ("brillo"), pero se parece mucho a lykos ("lobo"). Por esto a Zeus se le aplican los epítetos de Liceo y Licio, respectivamente. Esta ambigüedad semántica se reflejaba en el extraño culto a Zeus Lykaios en las más remotas regiones de Arcadia, donde el dios tomaba características luminosas y lobunas. Por una parte, presidía el monte Lykaion ("la montaña brillante"), el pico más alto de Arcadia y lugar de un recinto en el que, supuestamente, ninguna sombra era jamás proyectada (Pausanias 8.38). Por la otra, estaba relacionado con Licaón ("el lobo-hombre"), cuyo antiguo canibalismo era conmemorado con extraños ritos periódicos. Según Platón (La república 565d-e), cierto clan se reuniría en la montaña para realizar un sacrificio cada ocho años a Zeus Lykaios, y un único trozo de entrañas humanas sería mezclado con las del animal. Se decía que quien comía la carne humana se transformaba en un lobo, y sólo podía recuperar su forma original si no volvía a comer carne humana hasta que hubiese terminado el siguiente ciclo de ocho años.Zeus subterráneoAunque la etimología indica que Zeus era originalmente un dios del cielo, muchas ciudades griegas honraban a Zeuses que vivían bajo tierra. Los atenienses y sicilianos adoraban a Zeus Meiliquios ("amable" o "meloso"), mientras otras ciudades tenían a Zeus Ctonio ("terroso"), Catactonio ("bajo tierra") y Plousios ("dador de riquezas"). Estas deidades podían ser representadas indistintamente como serpientes u hombres en el arte. También recibían ofrendas de víctimas animales negras en pozos hundidos, como se hacía con deidades ctónicas como Perséfone y Deméter, y también con los héroes en sus tumbas. Los dioses olímpicos, por el contrario, recibían normalmente sacrificios de víctimas blancas sobre altares elevados.En algunos casos, las ciudades no estaban completamente seguras de si el daimon para quien realizaban el sacrificio era un héroe o un Zeus subterráneo. De ahí que el altar en Lebadea en Beocia pudiera corresponder al héroe Trofonio o a Zeus Trephonio ("el criador"), según se consulte a Pausanias o a Estrabo. El héroe Anfiarao era adorado como Zeus Amphiaraus en Oropo, a las afueras de Tebas, y los espartanos tenían incluso un altar a Zeus Agamemnon.Oráculos de ZeusAunque la mayoría de los oráculos procedía de Apolo, los héroes y diversas diosas como Temis, algunos lugares oraculares fueron dedicados a Zeus.El oráculo de DodonaEl culto a Zeus en Dodona en Epiro, donde hay evidencias de actividad religiosa a partir del II milenio adC, giraba en torno a un roble sagrado. Cuando La Odisea fue compuesta (sobre el 750 adC), las profecías eran realizadas por sacerdotes descalzos llamados Selloi, que yacían en el suelo y observaban el susurro de las hojas y las ramas (Od. 14.326-7). En la época en la que Herodoto escribió sobre Dodona, las sacerdotisas llamadas peleiades ("palomas") habían reemplazado a estos sacerdotes.En Dodona la esposa de Zeus no era Hera sino la diosa Dione, cuyo nombre es la forma femenina de "Zeus". Su posición como titánide sugiere según algunos que puede haber sido una deidad prehelénica más poderosa, y quizás la ocupante original del oráculo.El oráculo de SiwaEl oráculo de Amón en el oasis de Siwa en Libia no quedaba dentro de los límites del mundo griego antes de Alejandro Magno, pero aún así tenía gran influencia en los griegos durante la era arcaica: Herodoto menciona consultas a Zeus Amón en su relato de la Guerra Persa. Zeus Amón era especialmente honrado en Esparta, donde existía un templo dedicado a él en la época de la Guerra Peloponesa (Pausanias 3.18).Otros oráculos de ZeusSe decía que los dos Zeuses (o héroes) ctónicos Trofonio y Anfiarao daban oráculos en sus lugares de culto.Zeus y los dioses extranjerosZeus era equivalente al dios romano Júpiter (de Jovis Pater o "Padre Jove") y estaba asociado en la imaginación sincrética clásica con algunos otros dioses, tales como el egipcio Amón y el etrusco Tinio. Junto con Dionisos, Zeus absorbió el papel del dios jefe frigio Sabacio en la deidad sincrética conocida en Roma como Sabazius.Zeus en la mitologíaIniciosNacimientoCronos fue padre de varios hijos con Rea: Hestia, Deméter, Hera, Hades y Poseidón, pero se los tragó tan pronto como nacieron, pues Gaia y Urano le habían revelado que estaba destinado a ser derrocado por su propio hijo, tal como él había destronado a su padre. Pero cuando Zeus estaba a punto de nacer, Rea pidió consejo a Urano y Gaia para urdir un plan que le salvara, y así Cronos tuviera el justo castigo a sus actos contra Urano y contra sus propios hijos. Rea se escondió en la isla de Creta, donde dio a luz a Zeus. Luego engañó a Cronos, dándole una piedra envuelta en pañales que éste tragó en seguida sin desconfiar.InfanciaEntonces Rea escondió a Zeus en una cueva del monte Ida en Creta. Según diversas versiones de esta historia, Zeus fue criado:Por Gaia. Por una cabra llamada Amaltea, mientras una compañía de soldados llamados Curetes o Coribantes, o algunos dioses menores, bailaban, gritaban y daban palmadas para hacer ruido y que Cronos no oyese los llantos del niño. Por una ninfa llamada Adamantea. Puesto que Cronos gobernaba la tierra, los cielos y el mar, ella le escondió colgándole con una cuerda de un árbol, de forma que quedaba suspendido entre la tierra, el mar y el cielo, siendo pues invisible a su padre. Por una ninfa llamada Cinosura. En agradecimiento, Zeus la subió entre las estrellas tras su muerte. Por Melisa, quien lo alimentó con leche de cabra. Zeus se convierte en rey de los diosesTras hacerse adulto, Zeus obligó a Cronos a regurgitar a sus otros hijos en orden inverso al que los había tragado: primero la piedra, que se le dejó a Pitón bajo las cañadas del Parnaso como señal a los hombres mortales, y después al resto. En algunas versiones, Metis le dio a Cronos un emético para obligarle a vomitar los bebés, y en otras Zeus abrió el estómago de Cronos. Entonces Zeus liberó a los hermanos de Cronos, los Gigantes, los Hecatónquiros y los Cíclopes, de su mazmorra en el Tártaro y mató a su guardiana, Campe. En agradecimiento, los Cíclopes le dieron el trueno, el rayo y el relámpago, que habían sido previamente escondidos por Gaia. En una guerra llamada la Titanomaquia, Zeus y sus hermanos y hermanas junto con los Gigantes, Hecatónquiros y Cíclopes, derrocaron a Cronos y a los otros Titanes, que fueron encerrados en el Tártaro, un lugar húmedo, lúgubre, frío y neblinoso en los más profundo de la Tierra. Irónicamente, Zeus también encarceló allí a los Hecatónquiros y los Cíclopes.Tras la batalla con los Titanes, Zeus se repartió el mundo con sus hermanos mayores, Poseidón y Hades, echándoselo a suertes: Zeus consiguió la tierra, Poseidón el mar y Hades el mundo de las sombras (los muertos).Poco después de subir al trono como rey de los dioses, Zeus luchó con los monstruos Tifón y Equidna, derrotándoles. Dejó a éstos y a sus hijos con vida como desafío para futuros héroes.Las alegrías del matrimonioZeus era hermano y marido de Hera, con que tuvo a Hefesto. Zeus es famoso por sus aventuras extramatrimoniales con varias diosas —notablemente Deméter, Latona, Dione y Maia (mitología)— y con mujeres mortales —entre las que destacan Sémele, Ío, Europa y Leda—. Su esposa, Hera, era muy celosa y sistemáticamente intentaba castigar a las amantes de Zeus y a los que hijos que de él tenían. Durante un tiempo, una ninfa llamada Eco tuvo el trabajo de distraer a Hera de los asuntos de Zeus hablándole incesantemente. Cuando Hera descubrió el engaño, maldijo a Eco a pronunciar sólo las palabras de los demás (de ahí nuestra palabra moderna "eco").SeduccionesEn una época menos sensible llamadas las "Violaciones" de Zeus, éstas no eran aventuras amorosas sino sucesos míticos que, uno tras otro, registraban el culto local a una ninfa del agua o los bosques que había sido suplantado por orden patrilineal olímpico imperante, provocando una revolución cultural, social y religiosa, o al menos una reforma radical de las creencias antiguas y una lectura reinterpretada de prácticas de culto bien establecidas.Resulta notable que ninguna de estas relaciones amorosas involucrase a las diosas olímpicas. Zeus solían engendrar con la ninfa el progenitor epónimo de una estirpe de reyes que sobreviviría épocas heroicas o historias arcaicas. En muchos casos Hera, la "celosa" diosa que representaba las tradiciones religiosas conservadoras, se vengaba atrozmente de la desleal "desertora", quien sucumbía al nuevo orden (véase Ío, etcétera). Cada vez que la fémina seducida sea humana, el atento lector encontrará pronto que su madre era una ninfa o semidiosa.Seducciones heterosexuales: Calisto, Alcmena, Egina, Taigete, Elara, Asteria, Dánae, Ío, Lamia Seducciones homosexuales: Ganímedes MisceláneaAunque Zeus era con frecuencia mezquino y malicioso, también tenía una vena justiciera, cuyos mejores ejemplos quizás sean la ayuda que prestó a Atreo y la ejecución de Capaneo por su desmedida arrogancia. Zeus convirtió a Pandareo en piedra por robar un perro de bronce de uno de sus templos en Creta. Zeus mató a Salmoneo con un rayo por intentar imitarle, montando en un carro de bronce e imitando el ruido de trueno con cacharros de cocina. Cuando era niño, Zeus tuvo un amigo llamado Celmis. Muchos años después, Rea se sintió ofendida por las payasadas de Celmis y pidió a Zeus que le convirtiera en un trozo de acero o diamante. Zeus así lo hizo. Zeus transformó a Periphas en un águila tras su muerte, como recompensa por haber sido recto y justo. En la boda de Zeus y Hera, una ninfa llamada Quelona fue irrespetuosa (o rehusó servir). Zeus la condenó al silencio eterno. Cuando Memnón murió, Zeus tuvo compasión de su madre, Eos, la diosa de la aurora, y le concedió la inmortalidad. Zeus tomó la decisión de casar a Afrodita con Hefesto para evitar disputas por ella entre los muchos dioses que deseaban a la diosa de la belleza. Zeus, con Hera, convirtieron los reyes de Tracia Hemo y Ródope en montañas por su vanidad. Zeus cambió un caduceo por la primera flauta con Hermes. Zeus transformó a Atalanta e Hipomenes (o Melanión) en leones por haber mantenido relaciones sexuales en sus templos. Zeus cegó a Tiresias, pero también le concedió el don de la profecía."
"Zeús Krónios (descendiente de Cronos), o simplemente Zeús o Zdeús o Dias es el líder de los dioses y el dios del cielo y el trueno en la mitología griega.EtimologíaZeus era originalmente el mismo dios de la religión indo-europea equivalente al dios védico Dyaus Pitar (compárese con Júpiter) y al Tyr (Ziu, Tiw, Tiwaz) de las mitología germánica y nórdica. Tyr fue sin embargo suplantado por Odín como dios supremo en los pueblos germánicos. Irónicamente, las tribus germánicas no identificaban a Zeus/Júpiter con Tyr ni con Odín, sino con Tor.Tanto la palabra griega Theus (Zeus) como la latina Iupiter (Júpiter) provienen de Diau-pitar (que en épocas posteriores prácticamente fue olvidado). Diau en sánscrito significa "cielo" y pitar-piter-pater "padre". De la palabra Theus proviene la palabra Dios en castellano. Sus derivados (como las palabras "teología" o "teocracia") originalmente se escribían con th (theología, theocracia) y se pronunciaba zeología, zeocracia.El culto a ZeusPapel y títulosEl papel de Zeus en el panteón olímpico de la Grecia antigua no puede ser exagerado. Engendró a muchos de los héroes y heroínas (véase una lista al final del artículo) y participaba en muchas de sus historias. Aunque era el dios del cielo y el trueno, era también el artificio cultural más elevado. En algunos sentidos, era para los griegos la encarnación de sus creencias religiosas y la deidad arquetípica.Los diversos títulos aplicados a Zeus enfatizaban diferentes aspectos de su amplísima autoridad:Olimpio enfatizaba el reinado de Zeus sobre los dioses y sobre el festival panhelénico en Olimpia. Un título relacionado era Panhelenio ("Zeus de todos los helenos"), a quien estaba dedicado el famoso templo de Eaco en Egina. Como Xenios, Zeus era el patrón de la hospitalidad y los invitados, presto a vengar cualquier injusticia cometida contra un extraño. Como Horkios, era el vigilante de los juramentos. A los mentirosos que eran descubiertos se les hacía dedicar una estatua a Zeus, con frecuencia en el santuario de Olimpia. Como Agoraios, Zeus vigilaba los negocios en el ágora, y castigaba a los comerciantes deshonestos. Cultos panhelénicos a ZeusEl principal centro en el que todos los griegos convergían para rendir honor a su dios jefe era Olimpia. El festival cuatrienal que se celebraba allí incluía los famosos Juegos. Había también un altar dedicado a Zeus construido no con piedra, sino con ceniza, procedente de los restos acumulados durante muchos siglos de víctimas animales inmoladas allí.Aparte de los principales santuarios situados entre poleis, había determinadas formas de adorar a Zeus que compartía todo el mundo griego. La mayoría de los títulos anteriormente enumerados, por ejemplo, podían encontrarse en ciertos templos griegos desde Asia Menor hasta Sicilia. Determinados rituales se celebraban de la misma forma también: sacrificar un animal blanco sobre un altar elevado, por nombrar uno.Por otra parte, algunas ciudades tenían cultos a Zeus que funcionaban de formas marcadamente diferentes.Algunos cultos locales a ZeusAdemás de los títulos y conceptos panhelénicos enumerados anteriormente, los cultos locales mantuvieron sus propias ideas idiosincrásicas sobre el rey de los dioses y los hombres. A continuación se enumeran algunas de ellas.Zeus cretenseEn Creta, se adoraba a Zeus en una serie de cuevas en Knossos, Ida y Palaikastro. Las historias de Minos y Epiménides sugieren que estas cuevas fueron alguna vez usadas para la adivinación incubadora por reyes y sacerdotes. El escenario dramático de las Leyes de Platón está en la ruta de peregrinaje a uno de estos sitios, enfatizando los vínculos del Zeus cretense con la legislación prudente y el conocimiento oculto. En Creta, Zeus era representado en el arte como un joven de largos cabellos en lugar de como un adulto maduro, y en los himnos se apelaba a él como ho megas kouros, "el gran joven". Junto con los Curetes, un grupo de extáticos bailarines armados, Zeus presidía el riguroso entrenamiento militar y atlético y los ritos secretos de la paideia cretense.Zeus Lykaios en ArcadiaKylix laconio del siglo VI adC, mostrando a Zeus Lykaios con un águila.El título Lykaios está morfológicamente conectado con lyke ("brillo"), pero se parece mucho a lykos ("lobo"). Por esto a Zeus se le aplican los epítetos de Liceo y Licio, respectivamente. Esta ambigüedad semántica se reflejaba en el extraño culto a Zeus Lykaios en las más remotas regiones de Arcadia, donde el dios tomaba características luminosas y lobunas. Por una parte, presidía el monte Lykaion ("la montaña brillante"), el pico más alto de Arcadia y lugar de un recinto en el que, supuestamente, ninguna sombra era jamás proyectada (Pausanias 8.38). Por la otra, estaba relacionado con Licaón ("el lobo-hombre"), cuyo antiguo canibalismo era conmemorado con extraños ritos periódicos. Según Platón (La república 565d-e), cierto clan se reuniría en la montaña para realizar un sacrificio cada ocho años a Zeus Lykaios, y un único trozo de entrañas humanas sería mezclado con las del animal. Se decía que quien comía la carne humana se transformaba en un lobo, y sólo podía recuperar su forma original si no volvía a comer carne humana hasta que hubiese terminado el siguiente ciclo de ocho años.Zeus subterráneoAunque la etimología indica que Zeus era originalmente un dios del cielo, muchas ciudades griegas honraban a Zeuses que vivían bajo tierra. Los atenienses y sicilianos adoraban a Zeus Meiliquios ("amable" o "meloso"), mientras otras ciudades tenían a Zeus Ctonio ("terroso"), Catactonio ("bajo tierra") y Plousios ("dador de riquezas"). Estas deidades podían ser representadas indistintamente como serpientes u hombres en el arte. También recibían ofrendas de víctimas animales negras en pozos hundidos, como se hacía con deidades ctónicas como Perséfone y Deméter, y también con los héroes en sus tumbas. Los dioses olímpicos, por el contrario, recibían normalmente sacrificios de víctimas blancas sobre altares elevados.En algunos casos, las ciudades no estaban completamente seguras de si el daimon para quien realizaban el sacrificio era un héroe o un Zeus subterráneo. De ahí que el altar en Lebadea en Beocia pudiera corresponder al héroe Trofonio o a Zeus Trephonio ("el criador"), según se consulte a Pausanias o a Estrabo. El héroe Anfiarao era adorado como Zeus Amphiaraus en Oropo, a las afueras de Tebas, y los espartanos tenían incluso un altar a Zeus Agamemnon.Oráculos de ZeusAunque la mayoría de los oráculos procedía de Apolo, los héroes y diversas diosas como Temis, algunos lugares oraculares fueron dedicados a Zeus.El oráculo de DodonaEl culto a Zeus en Dodona en Epiro, donde hay evidencias de actividad religiosa a partir del II milenio adC, giraba en torno a un roble sagrado. Cuando La Odisea fue compuesta (sobre el 750 adC), las profecías eran realizadas por sacerdotes descalzos llamados Selloi, que yacían en el suelo y observaban el susurro de las hojas y las ramas (Od. 14.326-7). En la época en la que Herodoto escribió sobre Dodona, las sacerdotisas llamadas peleiades ("palomas") habían reemplazado a estos sacerdotes.En Dodona la esposa de Zeus no era Hera sino la diosa Dione, cuyo nombre es la forma femenina de "Zeus". Su posición como titánide sugiere según algunos que puede haber sido una deidad prehelénica más poderosa, y quizás la ocupante original del oráculo.El oráculo de SiwaEl oráculo de Amón en el oasis de Siwa en Libia no quedaba dentro de los límites del mundo griego antes de Alejandro Magno, pero aún así tenía gran influencia en los griegos durante la era arcaica: Herodoto menciona consultas a Zeus Amón en su relato de la Guerra Persa. Zeus Amón era especialmente honrado en Esparta, donde existía un templo dedicado a él en la época de la Guerra Peloponesa (Pausanias 3.18).Otros oráculos de ZeusSe decía que los dos Zeuses (o héroes) ctónicos Trofonio y Anfiarao daban oráculos en sus lugares de culto.Zeus y los dioses extranjerosZeus era equivalente al dios romano Júpiter (de Jovis Pater o "Padre Jove") y estaba asociado en la imaginación sincrética clásica con algunos otros dioses, tales como el egipcio Amón y el etrusco Tinio. Junto con Dionisos, Zeus absorbió el papel del dios jefe frigio Sabacio en la deidad sincrética conocida en Roma como Sabazius.Zeus en la mitologíaIniciosNacimientoCronos fue padre de varios hijos con Rea: Hestia, Deméter, Hera, Hades y Poseidón, pero se los tragó tan pronto como nacieron, pues Gaia y Urano le habían revelado que estaba destinado a ser derrocado por su propio hijo, tal como él había destronado a su padre. Pero cuando Zeus estaba a punto de nacer, Rea pidió consejo a Urano y Gaia para urdir un plan que le salvara, y así Cronos tuviera el justo castigo a sus actos contra Urano y contra sus propios hijos. Rea se escondió en la isla de Creta, donde dio a luz a Zeus. Luego engañó a Cronos, dándole una piedra envuelta en pañales que éste tragó en seguida sin desconfiar.InfanciaEntonces Rea escondió a Zeus en una cueva del monte Ida en Creta. Según diversas versiones de esta historia, Zeus fue criado:Por Gaia. Por una cabra llamada Amaltea, mientras una compañía de soldados llamados Curetes o Coribantes, o algunos dioses menores, bailaban, gritaban y daban palmadas para hacer ruido y que Cronos no oyese los llantos del niño. Por una ninfa llamada Adamantea. Puesto que Cronos gobernaba la tierra, los cielos y el mar, ella le escondió colgándole con una cuerda de un árbol, de forma que quedaba suspendido entre la tierra, el mar y el cielo, siendo pues invisible a su padre. Por una ninfa llamada Cinosura. En agradecimiento, Zeus la subió entre las estrellas tras su muerte. Por Melisa, quien lo alimentó con leche de cabra. Zeus se convierte en rey de los diosesTras hacerse adulto, Zeus obligó a Cronos a regurgitar a sus otros hijos en orden inverso al que los había tragado: primero la piedra, que se le dejó a Pitón bajo las cañadas del Parnaso como señal a los hombres mortales, y después al resto. En algunas versiones, Metis le dio a Cronos un emético para obligarle a vomitar los bebés, y en otras Zeus abrió el estómago de Cronos. Entonces Zeus liberó a los hermanos de Cronos, los Gigantes, los Hecatónquiros y los Cíclopes, de su mazmorra en el Tártaro y mató a su guardiana, Campe. En agradecimiento, los Cíclopes le dieron el trueno, el rayo y el relámpago, que habían sido previamente escondidos por Gaia. En una guerra llamada la Titanomaquia, Zeus y sus hermanos y hermanas junto con los Gigantes, Hecatónquiros y Cíclopes, derrocaron a Cronos y a los otros Titanes, que fueron encerrados en el Tártaro, un lugar húmedo, lúgubre, frío y neblinoso en los más profundo de la Tierra. Irónicamente, Zeus también encarceló allí a los Hecatónquiros y los Cíclopes.Tras la batalla con los Titanes, Zeus se repartió el mundo con sus hermanos mayores, Poseidón y Hades, echándoselo a suertes: Zeus consiguió la tierra, Poseidón el mar y Hades el mundo de las sombras (los muertos).Poco después de subir al trono como rey de los dioses, Zeus luchó con los monstruos Tifón y Equidna, derrotándoles. Dejó a éstos y a sus hijos con vida como desafío para futuros héroes.Las alegrías del matrimonioZeus era hermano y marido de Hera, con que tuvo a Hefesto. Zeus es famoso por sus aventuras extramatrimoniales con varias diosas —notablemente Deméter, Latona, Dione y Maia (mitología)— y con mujeres mortales —entre las que destacan Sémele, Ío, Europa y Leda—. Su esposa, Hera, era muy celosa y sistemáticamente intentaba castigar a las amantes de Zeus y a los que hijos que de él tenían. Durante un tiempo, una ninfa llamada Eco tuvo el trabajo de distraer a Hera de los asuntos de Zeus hablándole incesantemente. Cuando Hera descubrió el engaño, maldijo a Eco a pronunciar sólo las palabras de los demás (de ahí nuestra palabra moderna "eco").SeduccionesEn una época menos sensible llamadas las "Violaciones" de Zeus, éstas no eran aventuras amorosas sino sucesos míticos que, uno tras otro, registraban el culto local a una ninfa del agua o los bosques que había sido suplantado por orden patrilineal olímpico imperante, provocando una revolución cultural, social y religiosa, o al menos una reforma radical de las creencias antiguas y una lectura reinterpretada de prácticas de culto bien establecidas.Resulta notable que ninguna de estas relaciones amorosas involucrase a las diosas olímpicas. Zeus solían engendrar con la ninfa el progenitor epónimo de una estirpe de reyes que sobreviviría épocas heroicas o historias arcaicas. En muchos casos Hera, la "celosa" diosa que representaba las tradiciones religiosas conservadoras, se vengaba atrozmente de la desleal "desertora", quien sucumbía al nuevo orden (véase Ío, etcétera). Cada vez que la fémina seducida sea humana, el atento lector encontrará pronto que su madre era una ninfa o semidiosa.Seducciones heterosexuales: Calisto, Alcmena, Egina, Taigete, Elara, Asteria, Dánae, Ío, Lamia Seducciones homosexuales: Ganímedes MisceláneaAunque Zeus era con frecuencia mezquino y malicioso, también tenía una vena justiciera, cuyos mejores ejemplos quizás sean la ayuda que prestó a Atreo y la ejecución de Capaneo por su desmedida arrogancia. Zeus convirtió a Pandareo en piedra por robar un perro de bronce de uno de sus templos en Creta. Zeus mató a Salmoneo con un rayo por intentar imitarle, montando en un carro de bronce e imitando el ruido de trueno con cacharros de cocina. Cuando era niño, Zeus tuvo un amigo llamado Celmis. Muchos años después, Rea se sintió ofendida por las payasadas de Celmis y pidió a Zeus que le convirtiera en un trozo de acero o diamante. Zeus así lo hizo. Zeus transformó a Periphas en un águila tras su muerte, como recompensa por haber sido recto y justo. En la boda de Zeus y Hera, una ninfa llamada Quelona fue irrespetuosa (o rehusó servir). Zeus la condenó al silencio eterno. Cuando Memnón murió, Zeus tuvo compasión de su madre, Eos, la diosa de la aurora, y le concedió la inmortalidad. Zeus tomó la decisión de casar a Afrodita con Hefesto para evitar disputas por ella entre los muchos dioses que deseaban a la diosa de la belleza. Zeus, con Hera, convirtieron los reyes de Tracia Hemo y Ródope en montañas por su vanidad. Zeus cambió un caduceo por la primera flauta con Hermes. Zeus transformó a Atalanta e Hipomenes (o Melanión) en leones por haber mantenido relaciones sexuales en sus templos. Zeus cegó a Tiresias, pero también le concedió el don de la profecía."
Poseidón:
"En la mitología griega. Poseidón o Posidón era el dios de los mares y los océanos, conocido por los romanos como Neptuno y por los etruscos como Nethuns. Era también el dios de los terremotos y los caballos. A veces se menciona a Bentesicime como su hermana.En la cultura micénica, fuertemente dependiente del mar, la importancia de Poseidón empequeñecía la de Zeus, si las tablillas en lineal B que nos quedan son dignas de crédito. El nombre PO-SE-DA-WO-NE (Poseidón) aparece con mayor frecuencia que DI-U-JA (Zeus). También aparece una variante femenina, PO-SE-DE-IA, lo que indica la existencia de una diosa hoy olvidada correspondiente al dios. Las tablillas de Pylos registran mercancías destinadas a sacrificios para "las Dos Reinas y Poseidón" y "las Dos Reinas y el Rey", complicando el misterio aún más. La identificación más obvia para las "Dos Reinas" es con Deméter y Perséfone (o algunas predecesoras de éstas), que no han sido tradicionalmente asociadas con Poseidón.Poseidón, a diferencia de otros muchos dioses griegos, tiene un nombre identificable como derivación indoeuropea. La primera parte significa "señor" (o "marido"). La segunda parte puede venir de la misma raíz que *deiwo-, "dios, cielo, brillo", que también produjo "Zeus" y la "De-" en "Deméter", otros la interpretan como "tierra", aunque esta opinión ha perdido bastante respaldo entre los lingüistas. Dada la relación de Poseidón con los caballos así como con el mar, y la alejada situación respecto al mar del probable territorio original indoeuropeo, algunos investigadores han propuesto que Poseidón era originalmente un aristocrático dios-caballo que fue posteriormente asimilado con las deidades acuática de Oriente Próximo cuando la base del sustento griego cambió de la tierra al mar.En cualquier caso, la enorme importancia inicial de Poseidón puede aún entreverse en La Odisea de Homero, donde es él y no Zeus el principal causante de los sucesos.CultoEn el período histórico, era frecuente referirse a Poseidón por los epítetos Enosichthon, Seischthon y Ennosigaios, significando todos "agitador de la tierra" y aludiendo a su papel como causante de terremotos.Poseidón era un importante dios municipal de varias ciudades: en Atenas, era el segundo en importancia por detrás sólo de Atenea, mientras en Corinto y en muchas ciudades de la Magna Grecia era el dios jefe de la polis.Según Pausanias, Poseidón fue uno de los guardianes del Oráculo de Delfos antes de que el olímpico Apolo le sustituyese. Apolo y Poseidón colaboraban estrechamente en muchos ámbitos: en la colonización, por ejemplo, Apolo daba la autorización para partir desde Delfos y asentarse, mientras Poseidón cuidaba de los colonizadores en su viaje y proporcionaba el agua purificadora para el sacrificio fundacional. En la Anabasis de Jenofonte aparece un grupo de soldados espartanos cantando a Poseidón un paeano, un tipo de himno normalmente destinado a Apolo.Como Dionisos y los Coribantes, Poseidón también provocaba ciertas formas de perturbación mental. Un texto hipocrático afirma que era considerado culpable de ciertos tipos de epilepsia.Los marineros oraban a Poseidón para tener un viaje seguro, a veces ahogando caballos como sacrificio.Neptuno reina en el centro de la ciudad de Bristol.Papel en la sociedadCuando Poseidón estaba de buen humor, creaba islas y calmaba los mares. Cuando se enfadaba, hendía el suelo con su tridente y provocaba maremotos, manantiales caóticos, hundimientos y naufragios.En el arteLa carro de Poseidón era tirado por un hipocampo o por caballos.Poseidón estaba asociado con los delfines y las lanzas de pescar de tres dientes (tridentes). Vivía en una palacio en el fondo del océano, hecho de coral y gemas.En RomaNeptuno era adorado por los romanos principalmente como un dios caballo, Neptuno Ecuestre, patrón de las carreras de caballos. Tenía un templo cerca de las pistas de carreras de Roma (construido el 25 adC), el Circo Flaminio, y otro en el Campo de Marte. La Neptunalia sólo se observaba en este último el 23 de julio.Nacimiento e infanciaPoseidón era hijo de Cronos y Rea. Como sus hermanos y hermanas, exceptuando a Zeus, fue tragado por su padre. No fue regurgitado hasta que Zeus obligó a Cronos a vomitar los bebés que se había comido. Zeus y sus hermanos y hermanas, junto con los Hecatónquiros, los Gigantes y los Cíclopes, derrocaron a Cronos y a los demás Titanes. De acuerdo con otras versiones, Poseidón fue criado por los Telquines en Rodas, igual que Zeus había sido criado por los Coribantes en Creta.Cuando el mundo fue dividido en tres, Zeus recibió la tierra y el cielo, Hades el inframundo y Poseidón el mar.MadurezLa visión griega y romana del ciclo hidrológico del mundo hacía también a Poseidón/Neptuno un dios del agua fresca. De ahí que fuera un figura adecuada para las fuentes, como esta de Berlín.AmantesSu esposa era Anfítrite.Poseidón se enamoró de Pélope, un hermoso joven, hijo de Tántalo. Llevó a Pélope al Olimpo y le hizo su amante, antes incluso de que Zeus hiciese lo mismo con Ganímedes. Para agradecer a Pélope su amor, Poseidón le regaló posteriormente un carro alado, que usó en la carrera contra Enomao por la mano de Hipodamia.Poseidón persiguió una vez a Deméter. Ésta se transformó en una yegua, y Poseidón se convirtió en un semental y la raptó. El hijo de ambos fue un caballo, Arión.Poseidón tuvo una aventura con Alope, su nieta por Cerción, de la que nació Hipotus. Cerción enterró viva a su hijas pero Poseidón la convirtió en una fuente, Alope, cerca de Eleusis.Poseidón rescató a Amimone de un sátiro lujurioso y entonces tuvo un hijo con ella, Nauplio.Una mujer mortal llamada Tiro estaba casada con Creteo (con quien tenía un hijo, Aesón) pero amaba a Enipeo, un dios río. Tiro perseguía a Enipeo, que rehuía sus avances. Un día Poseidón, lleno de deseo hacia Tiro, se disfrazó como Enipeo y de su unión con ella nacieron los gemelos Pelias y Neleo.Poseidón mantuvo relaciones sexuales con Medusa en el suelo de un templo consagrado a Atenea. Éste la transformó en un monstruo que parió a Crisaor y Pegaso.Tras violar a Cénide, Poseidón le concedió el deseo de convertirse en hombre.Otras historiasAtenea se convirtió en la diosa patrona de la ciudad de Atenas en dura pugna con Poseidón. Ambos acordaron que cada uno haría un regalo a los atenienses y que éstos elegirían el que prefiriesen. Poseidón golpeó el suelo con su tridente e hizo brotar una fuente, pero su agua era salada y por tanto no muy útil, mientras que Atenea ofreció un olivo. Los atenienses (o mejor dicho su rey, Cecrops) escogieron el olivo y con él a Atenea como patrona, pues el árbol daba madera, aceite y alimento. Se cree que esta historia alude a un enfrentamiento entre los habitantes de la época micénica y los inmigrantes posteriores. Resulta interesante advertir que en su culmen Atenas fue una importante potencia marítima, llegando a derrotar a la flota persa en la batalla de Salamina cerca de la isla Salamina en 480 adC.Poseidón y Apolo, habiendo ofendido a Zeus, fueron enviados a servir al rey Laomedonte. Éste les pidió construir una enorme muralla alrededor de la ciudad y prometió recompensarles generosamente, promesa que luego se negó a cumplir. En venganza, antes de la Guerra de Troya Poseidón envió a un monstruo marino a atacar Troya (que luego fue derrotado por Heracles).Poseidón es muy conocido por su odio hacia Odiseo, a quien impidió durante muchos volver a su hogar en Ítaca, como se relata en La Odisea de Homero."
Hefesto :
En la mitología griega, Hefesto es hijo de Zeus y de Hera, aunque algunos sostienen que era hijo sólo de Hera, quien lo habría engendrado sola como venganza porque Zeus había hecho lo propio para procrear a Atenea. En la mitología romana es conocido como Vulcano.Algunas leyendas sostienen que su madre Hera lo expulsó del Olimpo debido a que era cojo y deforme, otras que fue su padre Zeus quien lo arrojó a causa de una conspiración de Hera y Hefesto para derrocarlo. Sea de una forma o de otra, su cuerpo cayó al mar donde dos nereidas, Tetis y Eurínome lo recogieron y lo cuidaron en la isla de Lemnos hasta que creció.Tomando como base la arcilla creó a la primera mujer, que recibió por nombre Pandora.Hefesto fue creciendo y se hizo un hábil artesano en la elaboración del hierro y otros metales. Se creía que el taller de Hefesto estaba situado bajo el Etna. Hefesto, usando sus conocimientos, elaboraba para sus madres adoptivas hermosas joyas. Sucedió que Tetis, una de ellas, acudió a una fiesta en el Olimpo, luciendo una preciosa joya que había sido confeccionada por Hefesto, el adorno despertó la envidia de la diosas, especialmente de Hera, quien obtuvo de Tetis el nombre del orfebre. Hera pidió a Hefesto que regresara al Olimpo, deseo que no obtuvo, a pesar de los ruegos que Tetis y los dioses hicieron a Hefesto, entonces intervino el dios Dionisio, quien mediante una pócima logró la promesa de Hefesto de acudir a la llamada de Hera. No obstante el dios de la fragua quedó contrariado por la palabra dada en contra de su verdadera voluntad, por lo que envió a Hera un trono de oro del cual, una vez que se hubo sentado, su madre no pudo levantarse, así que Hefesto, dueño de la situación, impuso severas condiciones para regresar al hogar de los dioses, una de las cuales fue contraer matrimonio con Afrodita, diosa del amor.Sin embargo, Afrodita le fue infiel a Hefesto por su amores con Ares, el dios de la guerra, cuando Hefesto tuvo noticia de estas relaciones, preparó una trampa: tejió una red de plata casi invisible y la colocó sobre la cama donde iban a yacer Ares y Afrodita. Hesiodoto cuenta que el suceso fue motivo de gran algarabía en el Olimpo.Hefesto es representado como un hombre feo, sudoroso, con la barba desaliñada, el pecho descubierto, siempre trabajando en la fragua. Zeus lo nombró dios del fuego. Elaboró el collar que regaló a Hermione, el cetro de Agamenón y los autómatas que trabajaban en su fragua.Los hijos de Hefesto fueron Crecops, Erictonio, que creó los carros para ocultar la deformidad de sus piernas y el bandido Caco.
Hades:
"En la mitología griega, el dios del inframundo Hades (el "invisible") era un hijo del Titán Cronos y Rea. Tenía tres hermanas mayores, Hestia, Deméter y Hera, así como dos hermanos menores, Poseidón y Zeus. Juntos constituían la mitad de los dioses olímpicos.Cronos, temiendo que sus hijos al crecer le destronasen, los devoraba al nacer, con la excepción de Zeus y, según algunos relatos, Hera. Tras hacerse adulto, Zeus logró obligar a su padre a que regurgitase a sus hermanos. Tras ser liberados, los seis jóvenes dioses, junto con los aliados que fueron capaces de lograr, desafiaron el poder de sus padres y tíos en la Titanomaquia, una guerra de dioses que duró diez años y terminó con la victoria de los jóvenes. Tras esta victoria Hades y sus dos hermanos menores, Poseidón y Zeus, echaron a suertes los reinos a gobernar. Zeus se quedó con el cielo, Poseidón con los mares y Hades recibió el inframundo, el reino invisible al que los muertos van tras dejar el mundo. Metafóricamente, cada uno recibió un objeto: Zeus una lanza de truenos, Poseidón un tridente y Hades un casco que proporcionaba invisibilidad al que lo llevara.Hades obtuvo su consorte definitivo, Perséfone, mediante artimañas, en una historia que conectaba los antiguos misterios eleusinos con el panteón olímpico. En muchos de los tratados de mitología griega no se afirma que Hades y Perséfone tuvieran descendencia. Sin embargo, en otros se dice que son los padres de las Erinias: Tisífone, Mégara y Alecto.Hades reinaba sobre los muertos, con la ayuda de demonios sobre los que tenía completa autoridad. Prohibió estrictamente a sus súbditos abandonar sus dominios, y se enfurecía bastante cuando alguien intentaba abandonarlos, o si alguien intentaba robarle alguna de sus presas.Aparte de Heracles, las únicas personas vivas que se aventuraron en el Inframundo fueron todas héroes: Er, Odiseo, Eneas y Teseo. Ninguno de ellos estuvo especialmente satisfecho con lo que presenciaron en el reino de los muertos. En particular, el héroe de la guerra de Troya Aquiles, a quien Odiseo se encontró en el Hades (aunque algunos creen que Aquiles habita en las Islas de la Bendición), dijo:"No me hables con dulzura de la muerte, glorioso Odiseo. Preferiría servir como mercenario a otro antes que ser el señor de los muertos que han perecido." —Alma de Aquiles a Odiseo. Homero, La Odisea 11.488 CultoHades era un personaje temible para aquellos que aún vivían. Sin prisa por encontrarse con él, eran reticentes a prestar juramentos en su nombre. Para muchos, simplemente decir la palabra "Hades" ya era espantoso. De esta forma, se buscó un eufemismo para usar. Dado que los minerales preciosos venía de las profundidades de la tierra (es decir, del "inframundo" gobernado por Hades), se consideraba que tenía también el control de éstos, y se referían a él como Ploutos, "riqueza" en griego. Esto explica el nombre que le dieron los romanos: Plutón. Sófocles explicaba el hábito de referirse al Hades como "el rico" con estas palabras: "el sombrío Hades se enriquece con nuestros suspiros y lágrimas". Además, se le llamaba Climeno ("tristemente célebre"), Eubuleo ("buen consejero") y Polidegmon ("que recibe muchos").Aunque era un Olímpico, pasaba la mayor parte del tiempo en su oscuro reino. Formidable en la batalla, probó su ferocidad en la famosa Titanomaquia, la batalla que enfrentó a los Olímpicos con los Titanes y estableció el gobierno de Zeus.Debido a su personalidad oscura y morbosa no era especialmente apreciado por los dioses ni por los mortales. Su carácter es descrito como "virulento e inexorable" y de todos dioses él era con mucho el más odiado por los mortales. No era, sin embargo, un dios malvado, pues aunque era severo, cruel y despiadado, era no obstante justo. Hades gobernaba el Inframundo y por ello era con mucha frecuencia asociado con la muerte y temido por los hombres, pero no era la Muerte: la personificación real de ésta era Tánatos.Cuando los griegos oraban a Hades, golpeaban sus manos con fuerza contra el suelo para asegurarse de que pudiera oírles. Animales negros, como ovejas, le eran sacrificados, y se cree que en algún momento incluso se le ofrecieron sacrificios humanos. La sangre de los sacrificios a Hades goteaba a un pozo para que pudiera llegar a él. La persona que ofrecía el sacrificio tenía que apartar su cara. Cada cien años se celebraban festivales en su honor, llamados los Juegos Seculares.El arma de Hades era un cetro de dos puntas, que usaba para destrozar todo lo que se cruzase por su camino o no fuera de agrado, igual que Poseidón hacía con su tridente. Esta enseña de su poder era un bastón con el que conducía las almas de los muertos hasta el mundo inferior.Sus pertenencias identificativas incluían un famoso casco, que le dieron los Cíclopes y que hacía invisible a cualquiera que lo llevase. Se sabía que a veces Hades prestaba su casco de la invisibilidad tanto a dioses como a hombres (como a Perseo). Su carro oscuro, tirado por cuatro caballos negros como el carbón, siempre resultaba impresionante y pavoroso. Sus otros atributos ordinarios eran el narciso y el ciprés, la Llave del Hades y Cerbero, el perro de tres cabezas. Se sentaba en un trono de ébano.Dis PaterEn la mitología romana, el dios Dis Pater ("el padre rico") era una deidad del inframundo posteriormente absorbida por Plutón, el Hades romano. Cada cien años, unos festivales llamados Juegos Tarentinos (Ludi Tarentini) eran celebrados en su nombre.Se le consideraba el ancestro de los galos.Alternativamente, se le llamaba Dispater o simplemente Dis.Hades en el arteHades es raramente representado en el arte clásico, salvo en el Rapto de Perséfone.Hades en la mitología griegaPerséfoneLa consorte de Hades, y reina arcaica del Inframundo por derecho propio, antes de que los Olímpicos helénicos se estableciesen, era Perséfone, presentada por los griegos como hija de Zeus y Deméter. Perséfone no se sometió a Hades voluntariamente, sino que fue secuestrada por éste un día mientras cogía flores con sus amigas. Incluso Zeus fue incapaz de rescatarla del Inframundo cuando su madre, Deméter, le pidió ayuda en su nombre.Finalmente se alcanzó un acuerdo, con el dios mensajero Hermes haciendo de mediador: Perséfone pasaría la mitad del año con su madre, la diosa de la cosecha, y la otra mitad con Hades. (Otra versión situaba a Perséfone con Hades durante dos tercios del año y con Deméter sólo un tercio.) Los griegos creían que mientras Perséfone estaba con Hades, su madre la echaba tanto de menos que retiraba sus dones del mundo y venía el invierno. En la primavera, cuando Perséfone se reunía con su madre, Deméter hacía que la cosas crecieran de nuevo.Orfeo y EurídiceHades sólo mostró clemencia una vez. Debido a que la música de Orfeo era tan arrebatadoramente triste, permitió que éste se llevase a su esposa, Eurídice, de vuelta al mundo de los vivos con la condición de que ella caminase tras él y él nunca intentase mirarla a la cara hasta que estuviesen en la superficie. Orfeo accedió pero no pudo cumplir las condiciones y perdió a Eurídice para siempre.Leuce y MenteComo su hermano Zeus y otros dioses antiguos, Hades no era el más fiel de los maridos. Persiguió y amó intensamente a la hermosísima ninfa infernal Mente. Una vez, su esposa Perséfone los encontró juntos y, presa de un ataque de celos, lanzó furiosa a la ninfa al suelo y la pisoteó. Hades transformó sus restos en la planta de la menta para que Perséfone no pudiera tomar más represalias contra ella.Así mismo, la ninfa Leuce, a quien también había violado, fue metamorfoseada tras su muerte natural por Hades en un álamo blanco.Teseo y PiritooHades encarceló a Teseo y Piritoo, quienes habían prometido desposar a hijas de Zeus. Teseo eligió a Helena, la secuestró con la ayuda de Piritoo y decidió retenerla hasta que tuviese la edad de casarse. Piritoo eligió a Perséfone. Dejaron a Helena con la madre de Teseo, Etra, y viajaron al inframundo, reino de Perséfone y su marido, Hades. Éste fingió ofrecerles hospitalidad y preparó un banquete. Tan pronto como la pareja se sentó, las serpientes se enroscaron en torno a sus pies, atrapándolos. Teseo fue finalmente rescatado por Heracles.HeraclesEl último de los doce trabajos de Heracles fue capturar a Cerberos. Primero viajó a Eleusis para ser iniciado en los misterios eleusinos. Hizo esto para absolverse a sí mismo de la culpa por haber matado a los centauros y para aprender cómo entrar y salir vivo del inframundo. Encontró la entrada al inframundo en Tanaerum. Atenea y Hermes le ayudaron en la ida y vuelta del Hades. Heracles pidió permiso a Hades para llevarse a Cerberos. Hades accedió siempre que Heracles no le hiciese daño, aunque en algunas versiones, Heracles disparó una flecha a Hades. Cuando Heracles arrastró al perro fuera del Hades, pasaron por la cueva Aquerusia."
"En la mitología griega, el dios del inframundo Hades (el "invisible") era un hijo del Titán Cronos y Rea. Tenía tres hermanas mayores, Hestia, Deméter y Hera, así como dos hermanos menores, Poseidón y Zeus. Juntos constituían la mitad de los dioses olímpicos.Cronos, temiendo que sus hijos al crecer le destronasen, los devoraba al nacer, con la excepción de Zeus y, según algunos relatos, Hera. Tras hacerse adulto, Zeus logró obligar a su padre a que regurgitase a sus hermanos. Tras ser liberados, los seis jóvenes dioses, junto con los aliados que fueron capaces de lograr, desafiaron el poder de sus padres y tíos en la Titanomaquia, una guerra de dioses que duró diez años y terminó con la victoria de los jóvenes. Tras esta victoria Hades y sus dos hermanos menores, Poseidón y Zeus, echaron a suertes los reinos a gobernar. Zeus se quedó con el cielo, Poseidón con los mares y Hades recibió el inframundo, el reino invisible al que los muertos van tras dejar el mundo. Metafóricamente, cada uno recibió un objeto: Zeus una lanza de truenos, Poseidón un tridente y Hades un casco que proporcionaba invisibilidad al que lo llevara.Hades obtuvo su consorte definitivo, Perséfone, mediante artimañas, en una historia que conectaba los antiguos misterios eleusinos con el panteón olímpico. En muchos de los tratados de mitología griega no se afirma que Hades y Perséfone tuvieran descendencia. Sin embargo, en otros se dice que son los padres de las Erinias: Tisífone, Mégara y Alecto.Hades reinaba sobre los muertos, con la ayuda de demonios sobre los que tenía completa autoridad. Prohibió estrictamente a sus súbditos abandonar sus dominios, y se enfurecía bastante cuando alguien intentaba abandonarlos, o si alguien intentaba robarle alguna de sus presas.Aparte de Heracles, las únicas personas vivas que se aventuraron en el Inframundo fueron todas héroes: Er, Odiseo, Eneas y Teseo. Ninguno de ellos estuvo especialmente satisfecho con lo que presenciaron en el reino de los muertos. En particular, el héroe de la guerra de Troya Aquiles, a quien Odiseo se encontró en el Hades (aunque algunos creen que Aquiles habita en las Islas de la Bendición), dijo:"No me hables con dulzura de la muerte, glorioso Odiseo. Preferiría servir como mercenario a otro antes que ser el señor de los muertos que han perecido." —Alma de Aquiles a Odiseo. Homero, La Odisea 11.488 CultoHades era un personaje temible para aquellos que aún vivían. Sin prisa por encontrarse con él, eran reticentes a prestar juramentos en su nombre. Para muchos, simplemente decir la palabra "Hades" ya era espantoso. De esta forma, se buscó un eufemismo para usar. Dado que los minerales preciosos venía de las profundidades de la tierra (es decir, del "inframundo" gobernado por Hades), se consideraba que tenía también el control de éstos, y se referían a él como Ploutos, "riqueza" en griego. Esto explica el nombre que le dieron los romanos: Plutón. Sófocles explicaba el hábito de referirse al Hades como "el rico" con estas palabras: "el sombrío Hades se enriquece con nuestros suspiros y lágrimas". Además, se le llamaba Climeno ("tristemente célebre"), Eubuleo ("buen consejero") y Polidegmon ("que recibe muchos").Aunque era un Olímpico, pasaba la mayor parte del tiempo en su oscuro reino. Formidable en la batalla, probó su ferocidad en la famosa Titanomaquia, la batalla que enfrentó a los Olímpicos con los Titanes y estableció el gobierno de Zeus.Debido a su personalidad oscura y morbosa no era especialmente apreciado por los dioses ni por los mortales. Su carácter es descrito como "virulento e inexorable" y de todos dioses él era con mucho el más odiado por los mortales. No era, sin embargo, un dios malvado, pues aunque era severo, cruel y despiadado, era no obstante justo. Hades gobernaba el Inframundo y por ello era con mucha frecuencia asociado con la muerte y temido por los hombres, pero no era la Muerte: la personificación real de ésta era Tánatos.Cuando los griegos oraban a Hades, golpeaban sus manos con fuerza contra el suelo para asegurarse de que pudiera oírles. Animales negros, como ovejas, le eran sacrificados, y se cree que en algún momento incluso se le ofrecieron sacrificios humanos. La sangre de los sacrificios a Hades goteaba a un pozo para que pudiera llegar a él. La persona que ofrecía el sacrificio tenía que apartar su cara. Cada cien años se celebraban festivales en su honor, llamados los Juegos Seculares.El arma de Hades era un cetro de dos puntas, que usaba para destrozar todo lo que se cruzase por su camino o no fuera de agrado, igual que Poseidón hacía con su tridente. Esta enseña de su poder era un bastón con el que conducía las almas de los muertos hasta el mundo inferior.Sus pertenencias identificativas incluían un famoso casco, que le dieron los Cíclopes y que hacía invisible a cualquiera que lo llevase. Se sabía que a veces Hades prestaba su casco de la invisibilidad tanto a dioses como a hombres (como a Perseo). Su carro oscuro, tirado por cuatro caballos negros como el carbón, siempre resultaba impresionante y pavoroso. Sus otros atributos ordinarios eran el narciso y el ciprés, la Llave del Hades y Cerbero, el perro de tres cabezas. Se sentaba en un trono de ébano.Dis PaterEn la mitología romana, el dios Dis Pater ("el padre rico") era una deidad del inframundo posteriormente absorbida por Plutón, el Hades romano. Cada cien años, unos festivales llamados Juegos Tarentinos (Ludi Tarentini) eran celebrados en su nombre.Se le consideraba el ancestro de los galos.Alternativamente, se le llamaba Dispater o simplemente Dis.Hades en el arteHades es raramente representado en el arte clásico, salvo en el Rapto de Perséfone.Hades en la mitología griegaPerséfoneLa consorte de Hades, y reina arcaica del Inframundo por derecho propio, antes de que los Olímpicos helénicos se estableciesen, era Perséfone, presentada por los griegos como hija de Zeus y Deméter. Perséfone no se sometió a Hades voluntariamente, sino que fue secuestrada por éste un día mientras cogía flores con sus amigas. Incluso Zeus fue incapaz de rescatarla del Inframundo cuando su madre, Deméter, le pidió ayuda en su nombre.Finalmente se alcanzó un acuerdo, con el dios mensajero Hermes haciendo de mediador: Perséfone pasaría la mitad del año con su madre, la diosa de la cosecha, y la otra mitad con Hades. (Otra versión situaba a Perséfone con Hades durante dos tercios del año y con Deméter sólo un tercio.) Los griegos creían que mientras Perséfone estaba con Hades, su madre la echaba tanto de menos que retiraba sus dones del mundo y venía el invierno. En la primavera, cuando Perséfone se reunía con su madre, Deméter hacía que la cosas crecieran de nuevo.Orfeo y EurídiceHades sólo mostró clemencia una vez. Debido a que la música de Orfeo era tan arrebatadoramente triste, permitió que éste se llevase a su esposa, Eurídice, de vuelta al mundo de los vivos con la condición de que ella caminase tras él y él nunca intentase mirarla a la cara hasta que estuviesen en la superficie. Orfeo accedió pero no pudo cumplir las condiciones y perdió a Eurídice para siempre.Leuce y MenteComo su hermano Zeus y otros dioses antiguos, Hades no era el más fiel de los maridos. Persiguió y amó intensamente a la hermosísima ninfa infernal Mente. Una vez, su esposa Perséfone los encontró juntos y, presa de un ataque de celos, lanzó furiosa a la ninfa al suelo y la pisoteó. Hades transformó sus restos en la planta de la menta para que Perséfone no pudiera tomar más represalias contra ella.Así mismo, la ninfa Leuce, a quien también había violado, fue metamorfoseada tras su muerte natural por Hades en un álamo blanco.Teseo y PiritooHades encarceló a Teseo y Piritoo, quienes habían prometido desposar a hijas de Zeus. Teseo eligió a Helena, la secuestró con la ayuda de Piritoo y decidió retenerla hasta que tuviese la edad de casarse. Piritoo eligió a Perséfone. Dejaron a Helena con la madre de Teseo, Etra, y viajaron al inframundo, reino de Perséfone y su marido, Hades. Éste fingió ofrecerles hospitalidad y preparó un banquete. Tan pronto como la pareja se sentó, las serpientes se enroscaron en torno a sus pies, atrapándolos. Teseo fue finalmente rescatado por Heracles.HeraclesEl último de los doce trabajos de Heracles fue capturar a Cerberos. Primero viajó a Eleusis para ser iniciado en los misterios eleusinos. Hizo esto para absolverse a sí mismo de la culpa por haber matado a los centauros y para aprender cómo entrar y salir vivo del inframundo. Encontró la entrada al inframundo en Tanaerum. Atenea y Hermes le ayudaron en la ida y vuelta del Hades. Heracles pidió permiso a Hades para llevarse a Cerberos. Hades accedió siempre que Heracles no le hiciese daño, aunque en algunas versiones, Heracles disparó una flecha a Hades. Cuando Heracles arrastró al perro fuera del Hades, pasaron por la cueva Aquerusia."
Deméter:
"Deméter, o Demetra, ("diosa madre" o "madre de la cebada") es la diosa griega de la agricultura, nutricia pura de la tierra verde y joven, vivificador ciclo de la vida y la muerte, y protectora del matrimonio y la ley sagrada. Se la venera como la "portadora de las estaciones" en himno homérico, un sutil signo de que era adorada mucho antes de la llegada de los Olímpicos. Ella y su hija Perséfone también eran las figuras centrales de los misterios eleusinos que precedieron al panteón Olímpico.Se suele confundir a Deméter con Gaia o Rea, y con Cibeles. El epíteto de la diosa revela lo amplio de sus funciones en la vida griega. Deméter ("madre del grano" o "madre de la tierra") y Coré ("doncella del grano") se solían invocar como to theo ("Las Dos Diosas"), y así aparecían en las inscripciones en griego lineal B del Pylos micénico en tiempos pre-helénicos. Una conexión con los cultos a diosas de la Creta minoica es bastante probable.En diversos contextos, se invoca Deméter con diversos epítetos:Potnia ("señora") en el Himno homérico a Deméter. Cloe ("el brote verde", Pausanias 1.22.3), dados sus poderes de fertilidad y eterna juventud. Anesidora ("dadora de dones" de la tierra, Pausanias 1.31.4), como Deméter. Malophoros ("portadora de manzanas" o "portadora de ovejas", Pausanias 1.44.3). Cidaria (Pausanias 8.13.3). Ctonia ("de la tierra", Pausanias 3.14.5). Erinia ("implacable", Pausanias 8.25.50). Lusia ("baño", Pausanias 8.25.8). Termasia ("calidez", Pausanias 2.34.6). Cabiria, un nombre pre-helénico de significado incierto. Tesmófora ("dadora de hábitos" o incluso "legisladora"), un papel que la enlaza a la aún más antigua diosa Temis. Este título estaba conectado con el de Tesmoforia, una fiesta ateniense de rituales secretos exclusivamente femeninos relacionados con las costumbres nupciales. En honor a Deméter de Misia se celebraba una fiesta de siete días en Pellene, Arcadia (Pausanias 7.27.9). Pausanias visitó el santuario de Deméter en Misia en su viaje de Micenas a Argos, pero todo los que puso conseguir para explicar el arcaico nombre fue un mito de un misio epónimo que veneraba a Deméter.Los sitios de culto a Deméter más importantes no se concentraban en ninguna región concreta del mundo griego: Eleusis, en Sicilia, Hermione, en Creta, Megara, Celeae, Lerna, Aegila, Muniquia, Corinto, Delos, Priene, Acragas, Iasos, Pérgamo, Selino, Tegea, Thorikos, Dion, Lykosoura, Mesembria, Enna, Samotracia.Se asociaba a Deméter con la diosa romana Ceres. Cuando se le dio a Deméter un genealogía, se dijo que era hija de Cronos y Rea, y por tanto hermana mayor de Zeus. A sus sacerdotisas se les daba el título de Melisas.Deméter enseñó a la humanidad las artes de la agricultura: sembrar de semillas, arar, recolectar, etcétera. Era especialmente popular entre la gente del campo, en parte porque eran los beneficiarios más directos de su ayuda, y en parte porque eran más conservadores a la hora de guardar las viejas costumbres. De hecho Deméter era fundamental en la antigua religión de Grecia. Reliquias propias de su culto, como cerdos votivos de arcillas, se fabricaban en el Neolítico. En la época romana, aún se sacrificaba una marrana a Ceres cuando había una muerte en la familia, para purificar la casa.Deméter y PoseidónLos nombres de Deméter y Poseidón aparecen unidos en las inscripciones en griego lineal B halladas en Pylos (Micenas). Deméter era la provechosa tierra, y podría haber tenido la naturaleza de una espiga, o bien de una fecunda yegua. Poseidón (cuyo nombre significa "consorte de la diosa") persiguió una vez a Deméter, en su forma original de diosa-yegua. Ella se resistió a Poseidón, pero no pudo ocultar su origen divino entre los caballos del Rey Oncos. Poseidón se transformó en potro y la cubrió. Deméter se puso literalmente furiosa ("Deméter Erinias") por este asalto, pero lavó su ira en la río Ladon ("Deméter Lusia"). Le dio a Poseidón una hija, cuyo nombre podría no haberse pronunciado fuera de los misterios eleusinos, y un corcel de negras crines llamado Arión. En Arcadia, se había adorado históricamente a Deméter como una deidad con cabeza de caballo.[editar]Deméter y PerséfoneEl mito fundamental de Deméter, que constituye el corazón de los misterios eleusinos, es su relación con Perséfone, su hija y ella misma de joven. En el panteón Olímpico, Perséfone fue consorte de Hades (Plutón para los romanos, dios de los infiernos). Perséfone se convirtió en diosa del infierno cuando Hades la secuestró en la tierra y le llevó al infierno. Había estado jugando con algunas ninfas (o Leucipe) a quienes Deméter convirtió en Sirenas como castigo por no haber intervenido. La vida se paralizó mientras la deprimida Deméter (diosa de la tierra) buscaba a su hija perdida (descansando en la piedra Agelasta). Finalmente, Zeus no pudo aguantar más la agonía de la tierra y obligó a Hades a devolver a Perséfone, enviando a Hermes para rescatarla. Pero antes de liberarla, Hades la engañó para que comiese seis semillas de granada, que la obligaban a volver seis meses cada año. Cuando Deméter y su hija estaban juntas, la tierra florecía de vegetación. Pero durante seis meses al año, cuando Perséfone volvía a los infiernos, la tierra se convertía de nuevo en un erial estéril. Fue durante su viaje para rescatar a Perséfone del inframundo cuando Deméter reveló los misterios eleusinos. En una versión alternativa, Hécate rescató a Perséfone.La historia de Deméter y Perséfone es a veces interpretada como una alegoría del tiempo de la germinación de los granos, cuando Perséfone estaba oculta con Hades, y la explosión de vida de la primavera y verano, cuando Perséfone acudía junto a su madre.Mientras Deméter buscaba a su hija, habiendo tomado la forma de una mujer anciana llamada Doso, recibió la hospitalaria bienvenida de Celeo, el rey de Eleusis en Ática (y también de Phytalus). Celeo le pidió que cuidase de Demofonte y Triptolemo, los hijos que había tenido con Metanira. Como regalo a Celeo por su hospitalidad, Deméter planeó hacer inmortal a Demofonte, alimentándolo con leche durante el día y acostándolo desnudo sobre carbones al rojo vivo por la noche en la chimenea del hogar familiar. No pudo completar el ritual porque Metanira le interrumpió asustada una noche. En su lugar, Deméter decidió enseñar a Triptolemo el arte de la agricultura, a partir de él el resto de Grecia aprendió a plantar y segar cultivos. Triptolemo cruzó el país volando en un carro alado mientras Deméter y Perséfone cuidaban de él, ayudándole a completar su misión de educar a Grecia entera en el arte de la agricultura.Más tarde, Triptolemo enseñó a Linco, rey de Escitia, las artes de la agricultura, pero éste rehusó enseñarlas a sus súbditos, y trató de matar a Triptolemo. Deméter le transformó en un lince.Se solía retratar a Deméter subida a un carro, y asociada con frecuencia a imágenes de la cosecha, incluyendo flores, fruta, y grano. A veces se la pintaba también con Perséfone.Normalmente no se retrata a Deméter con un consorte. La excepción de Yasón, el joven de Creta que yació en un campo arado, y fue sacrificado más tarde. Según la mitografía Olímpica por un celoso Zeus con un rayo, pero que el mito se sitúe los hechos en Creta es un indicio de que los helenos sabían que este suceso le ocurrió a una Deméter más antigua.Deméter puso a Aetón, el dios de la hambruna, en las tripas de Erisicton, haciendo que estuviese permanentemente hambriento, como castigo por cortar árboles en una arboleda sagrada."
Apolo:
"Apolo o Apolón es un dios en la mitología griega y romana, hijo de Zeus y Leto, y hermano gemelo de Artemisa (diosa de la caza). En épocas posteriores llegó a ser parcialmente confundido o equiparado con Helios, dios del sol, y similarmente su hermana fue equiparada con Selene, diosa de la luna en contextos religiosos. Pero Apolo y Helios/Sol permanecieron como seres bien separados en textos literarios y mitológicos. En la mitología etrusca era conocido como Aplu.El culto a Apolo es antiquísimo y nació probablemente en el Asia Menor. En Grecia fue, después de Zeus, el dios más venerado: su poder se extendía a todas esferas de la naturaleza y de la vida humana, y aunque podía ejercer influencias nefastas, era por principio un dios protector, que producía el entusiasmo sereno y equilibrado.Se consideraba que Apolo tenía dominio sobre las plagas, la luz, la curación, los colonos, la medicina, el tiro con arco, la poesía, las profecías, la danza, la razón, el intelectualismo, y era patrón defensor de rebaños y manadas. Apolo tenía un famoso oráculo en Creta y otros también notables en Clarus y Branchidae. Como dios de la curación religiosa, Apolo purificaba a aquellas personas culpables de asesinato u otros pecados graves.Apolo era conocido como el jefe de las Musas (Musageta) y director de sus coro. Entre sus atributos se contaban: cisnes, lobos, delfines, arcos y flechas, una corona de laurel, la cítara (o lira) y el plectro. El trípode sacrificial es otro de sus atributos, representativo de sus poderes proféticos. Los Juegos Píticos se celebraban en su honor cada cuatro años en Delfos. Los himnos cantados a Apolo recibían el nombre de paeanos.Como dios de la colonización, Apolo aconsejaba sobre las colonias, especialmente durante la época de mayor apogeo, del 750 al 550 adC. Ayudó a los colonos cretenses o arcadios a encontrar la ciudad de Troya.Popularmente Apolo (es decir, en crítica literaria) representa la armonía, el orden y la razón, características que contrastaban con las de Dionisio, dios del vino, que popularmente representaba la emoción y el caos. El contraste entre los papeles de estos dioses queda reflejado en los adjetivos apolíneo y dionisíaco. Sin embargo, los griegos pensaban en las dos cualidades como complementarias: los dos dioses son hermanos, y cuando Apolo en el invierno se marchaba a la Hiperbórea dejaba el oráculo de Delfos a Dionisio.El culto a Apolo fue introducido en Roma, seguramente en época de los Reyes, a través de los griegos de Cumas. Tenía su templo en el Campo de Marte. La mitología romana le hace hijo de Júpiter y Latona, y hermano gemelo de Diana.Junto con Atenea, Apolo (bajo el nombre de Phevos) ha sido designado mascota de los Juegos Olímpicos de verano de 2004 en Atenas.Apolo en el arteDetalle de "Apolo y Diana" por Lucas Cranach el Viejo.En el arte se suele representar a Apolo como un hombre joven y guapo, con frecuencia con una lira o un arco en la mano.ApelativosEntre los epítetos que se aplicaban a Apolo están:Febo ("brillante") y Liceo ("luminoso"), para Apolo en el contexto de dios del sol o de la luz. Esminteo ("cazador de ratones") y Parnopio ("saltamontes"), como dios de las plagas y defensor contra ratas y langostas. Delfinio ("delfín"), por su asociación con los delfines y también como fuente del topónimo Delfos. Cirreo, por Cirria, localidad cercana de Delfos. Arcageta ("director de la fundación") para las colonias. Musageta ("jefe de las musas"). Pitio ("Pítico") de Delfos. Timbreo por el templo que tenía en Timbra. Apotropeo ("el que aparta el mal"). Ninfageta ("jefe de las ninfas"). Licio ("matador de lobos") y Nomios ("vagabundo"), como el dios pastoral de la ganadería. Clario por el santuario de que tenía en Claros, Jonia. Otras fuentes afirman que este epíteto procede del dórico klaros, "asignación de tierra", por su supervisión sobre las ciudades y las colonias. Cintio era otro epíteto, proveniente de su nacimiento en el monte Cinto de Delos. Loxias ("oblícuo"), específicamente para Apolo como dios de la profecía, por los oráculos tan ambiguos. NacimientoCuando Hera descubrió que Leto estaba embarazada y que su marido, Zeus, era el padre, prohibió que Leto diera a luz en terra firma, o el continente, o cualquier isla del mar. Leto encontró la isla flotante de Delos, que no era el continente ni una isla real, y dio a luz allí. La isla estaba rodeada de cisnes. Como gesto de gratitud, Delos estaba sujeta con cuatro pilares. Más tarde la isla fue santificada a Apolo. Alternativamente, Hera secuestró a Ilitía, la diosa de los partos, para evitar que Leto diese a luz. Los demás dioses obligaron a Hera a dejarla ir. De cualquier forma, primero nació Artemisa y ésta ayudó a nacer a Apolo. Otra versión afirma que Artemisa nació un día antes que Apolo, en la isla de Ortigia, y que ayudó a Leto a cruzar el mar hasta Delos el día siguiente para dar a luz a Apolo.JuventudSiendo joven, Apolo mató al fiero dragón Pitón, que vivía en Delfos junto a la fuente de Castalia, pues (según algunas versiones) Pitón había intentado violar a Leto cuando ésta estaba embarazada de Apolo y Artemisa. Esta fuente era la que emitía los vapores causantes de que el Oráculo de Delfos hiciese sus profecías. Apolo mató a Pitón pero fue castigado por ello, ya que Pitón era un hijo de Gaia.Apolo y AdmetoComo castigo, Apolo fue desterrado nueve años del Olimpo. Durante este tiempo trabajó como pastor o vaquero para el rey Admeto de Feras en Tesalia. Puesto que Admeto era bueno con Apolo, el dios le prometió que cuando le llegase la hora de morir, permitiría que otro tomase su lugar. Entonces Admeto se enamoró de Alcestis. Sin embargo el padre de ésta, el rey Pelías, sólo le daría su permiso para casarse si Admeto montaba un carro tirado por leones, jabalíes y otros animales salvajes. Apolo ayudó Admeto a superar esta prueba, y la pareja se casó. Cuando a Admeto le llegó la hora de morir, Alcestis decidió morir en su lugar. Heracles intervino y se permitió que ambos siguieran viviendo.Cuando pasaron los nueve años, Apolo volvió disfrazado de delfín y llevó consigo a sacerdotes cretenses para ayudar a fundar su culto en Delfos. También bendijo a las sacerdotisas del oráculo de Delfos, haciendo de éste uno de los más famosos y certeros de Grecia. Apolo tenía otros oráculos, incluyendo los de Clarus y Branchidae.Apolo durante la Guerra de TroyaApolo disparó flechas infectadas con la peste en el campamento griego durante la Guerra de Troya.Cuando Diomedes hirió a Eneas durante la Guerra de Troya, Apolo le rescató. Afrodita, su protectora madre, intentó rescatar a Eneas pero Diomedes la hirió también. Entonces Eneas fue envuelto por una nube creada por Apolo, quien le llevó a Pérgamo, un lugar sagrado de Troya. Artemisa curó allí a Eneas.NíobeNíobe, una reina de Tebas y esposa de Anfión, alardeó de su superioridad sobre Leto porque había tenido catorce hijos (los Nióbides), siete varones y siete mujeres, mientras Leto había tenido sólo dos. Apolo mató a sus hijos mientras éstos practicaban atletismo, a pesar de sus súplicas, y Artemisa a sus hijas. Apolo y Artemisa usaron flechas envenenadas para matarlos, aunque según algunas versiones algunos de los Nióbides fueron perdonados (normalmente Cloris). Anfión, al ver a sus hijos muertos, se suicidó o fue asesinado por Apolo tras jurar venganza. Una desolada Níobe huyó al monte Sípilo en Asia Menor y se convirtió en piedra mientras lloraba, o se suicidó. Sus lágrimas formaron el río Aqueloo. Zeus había convertido a todos los habitantes de Tebas en piedra, por lo que nadie enterró a los Nióbides hasta el noveno día tras su muerte, cuando los propios dioses les dieron sepultura.Vida amorosa e hijos de ApoloRelaciones heterosexualesDafneApolo persiguió a la ninfa Dafne, hija de Ladon. Su encaprichamiento estaba provocado por una flecha dorada que le había disparado Eros, quien estaba celoso porque Apolo había bromeado sobre sus habilidades como arquero. Eros también afirmaba que el canto de Apolo le molestaba. Dafne huía de Apolo porque Eros le había disparado a su vez una flecha con punta de plomo, y rezó al dios río Peneo pidiendo ayuda, y fue transformada en un árbol de laurel, que se consagró a Apolo.LeucotoeApolo tuvo una aventura con una princesa mortal llamada Leucotoe, hija de Orcamo y hermana de Clitia. Leucotoe amó a Apolo, quien se había disfrazado como la madre de Leucotoe para lograr acceder a sus aposentos. Clitia, celosa de su hermana porque quería a Apolo para sí, contó a Orcamo la verdad, traicionando las confidencias y la confianza de su hermana. Enfurecido, Orcamo ordenó que Leucotoe fuese enterrada viva. Apolo se negó a perdonar a Clitia por traicionar a su amada, y una afligida Clitia se marchitó y lentamente murió. Apolo la transformó en una planta de incienso, o bien en un heliotropo o girasol, que sigue al sol cada día.MarpesaMarpesa fue secuestrada por Idas pero también fue amada por Apolo. Zeus la hizo escoger entre ambos.CastaliaCastalia era una ninfa a quien Apolo amaba. Castalia huyó de él y se zambullió en la fuente que había en Delfos al pie de monte Parnaso, que desde entonces se llama fuente de Castalia. El agua de esta fuente era sagrada: se usaba para limpiar los templos de Delfos y también inspiraba a los poetas.Cirene/AristeoApolo tuvo con Cirene un hijo llamado Aristeo, que se convirtió en el dios patrón del ganado, los árboles frutales, la caza, la agricultura y la apicultura. También fue un héroe de la cultura que enseñó a la humanidad las técnicas de la ganadería lechera y el uso de redes y trampas en la caza, así como el cultivo de los olivos.HécubaCon Hécuba, la esposa del rey Príamo de Troya, Apolo tuvo un hijo llamado Troilo. Un oráculo profetizó que Troya no sería derrotada siempre que Troilo llegase a cumplir los veinte años de vida. Troilo y su hermana Polixena cayeron en una emboscada y fueron asesinados por Aquiles.CasandraApolo también se enamoró de Casandra, hija de Hécuba y Príamo, y hermanastra de Troilo. Apolo prometió a Casandra el don de la profecía para lograr seducirla, pero ella le rechazó después. Enfurecido, Apolo le concedió el don de conocer el futuro pero también la maldición de que nadie la creyera jamás.CoronisCoronis, hija de Flegias, rey de los Lapitas, fue otra de las amantes de Apolo. Embarazada de Asclepio, Coronis se enamoró de Isquis, hijo de Élato. Un cuervo informó a Apolo de esta aventura, y éste decidió enviar a su hermana Artemisa a matar a Coronis. Apolo rescató sin embargo al bebé y se lo dio al centauro Quirón para que lo criase. Flegias se enfureció e incendió el templo de Apolo en Delfos, por lo que Apolo le mató.Relaciones homosexualesApolo, eternamente joven y sin barba, fue el que más amantes masculinos tuvo de todos los dioses griegos, como puede esperarse del que era dios de la palestra, el lugar donde los jóvenes se reunían para practicar atletismo, siempre desnudos. Muchos de los jóvenes amantes de Apolo murieron "accidentalmente", un reflejo de la función de estos mitos como parte de los ritos de pasaje, en los que el joven moría para renacer como un adulto.JacintoJacinto fue uno de sus amantes masculinos. Jacinto era un príncipe espartano, muy guapo y atlético. Ambos estaban practicando el lanzamiento de disco cuando Jacinto fue golpeado por uno, desviado de su trayectoria por Céfiro, que estaba celoso de Apolo y también amaba a Jacinto. Cuando Jacinto murió, Apolo creó la flor a partir de su sangre.AcantoUno de sus otros romances fue con Acanto, el espíritu del árbol de acanto. Tras su muerte, fue transformado por Apolo en una hierba amante del sol y su afligida hermana, Acanta, fue convertida en jilguero por los demás dioses.CiparisoOtro amante masculino fue Cipariso, un descendiente de Heracles. Apolo dio al muchacho un ciervo domesticado como compañero, pero Cipariso lo mató accidentalmente con una jabalina cuando éste yacía dormido entre la maleza. Cipariso pidió a Apolo que hiciera que sus lágrimas cayesen para siempre. Apolo transformó al triste muchacho en un ciprés, del que se dice que es un árbol triste porque su savia forma gotitas como lágrimas en el tronco.Apolo y el nacimiento de HermesHermes nació en el monte Cileno en Arcadia. Esta historia se cuenta en el Himno a Hermes, atribuido dudosamente a Homero. Su madre, Maia, había quedado secretamente embarazada de una aventura amorosa con Zeus. Maia envolvió al infante en mantas pero Hermes escapó cuando ella dormía. Hermes corrió a Tesalia, donde Apolo estaba pastoreando su ganado. El infante Hermes robó varias de sus vacas y las llevó a una cueva en los bosques cercanos a Pilos, borrando sus huellas. En la cueva encontró una tortuga y la mató, vaciando entonces sus entrañas. Usó los intestinos de una de las vacas y el caparazón de la tortuga para hacer la primera lira. Apolo se quejó a Maia de que su hijo había robado su ganado, pero Hermes ya había vuelto a las mantas en las que ella le había dejado, por lo que Maia rehusó creer las afirmaciones de Apolo. Zeus intervino y dijo haber visto los hechos, y secundó a Apolo. Entonces Hermes empezó a tocar música en la lira que había inventado. Apolo, un dios de la música, se enamoró del instrumento y ofreció permitir el intercambio del ganado por la lira. Así, Apolo se convirtió en un maestro de la lira y Hermes inventó un tipo de instrumento musical con flautas llamado siringa.Más tarde, Apolo cambió un caduceo por una siringa de Hermes.Otras historiasConcursos musicalesPanEn una ocasión Pan tuvo la audacia de comparar su música con la de Apolo, y de retar a éste, el dios de la lira, a una prueba de habilidad. Tmolo, el dios montaña, fue elegido árbitro. Pan sopló sus flautas, y con su rústica melodía dio gran satisfacción a él mismo y a su ferviente seguidor, Midas, que estaba presente. Entonces Apolo pulsó las cuerdas de su lira. Tmolo inmediatamente declaró vencedor a Apolo, y todos salvo Midas estuvieron de acuerdo. Éste disintió, y cuestionó la justicia del fallo. Apolo no quiso volver a sufrir tan depravado par de oídos, e hizo que se le convirtieran en orejas de burro.MarsiasMarsias era un sátiro que desafió a Apolo a un concurso de música. Había encontrado un aulos en el suelo que había tirado Atenea tras inventarlo porque hacía que sus mejillas se hinchasen. Marsias perdió y fue desollado vivo en una cueva de Frigia por su hubris (orgullo desmedido) al desafiar a un dios. Su sangre derramada se convirtió en el río Marsias.Apolo en la cultura contemporáneaApolo apareció en un episodio de Star Trek, en el cual gobernaba su propio planeta e intentaba seducir a un miembro de la tripulación del Enterprise. Apolo apareció en la serie de libro de K. A. Applegate, Eternia. Historias menoresCuando Zeus mató a Asclepio por resucitar a los muertos y violar el orden natural de las cosas, Apolo respondió matando a los Cíclopes. Éstos habían fabricado los rayos de Zeus, que éste había usado para matar al hijo de Apolo, Asclepio. Apolo también participó en un concurso de tocar la lira con su propio hijo, Ciniras, que se suicidó cuando perdió. En La Odisea, Odiseo y su tripulación superviviente arribó a una isla santificada a Apolo, donde éste tenía un rebaño sagrado. Aunque Odiseo avisó a sus hombres de que no debían (como Tiresias le había dicho), éstos mataron y comieron algunas vacas, por lo que Apolo destruyó el barco y mató a todos los hombres salvo Odiseo. Apolo mató a los Alóadas cuando éstos intentaban asaltar el Olimpo. Apolo dio a Orestes, a través del Oráculo de Delfos, la orden de matar a su madre, Clitemnestra, y al amante de ésta, Egisto. Orestes fue ferozmente castigado por este crimen por las Erinias. También se decía que Apolo cabalgaba a espaldas de un cisne al país de los Hiperbóreos durante los meses de invierno. Apolo transformó a Cefiso en un monstruo marino."
Ares:
"En la mitología griega, Ares ("hombre", "varón", "conflicto") era el dios de la guerra, hijo de Zeus y Hera, y uno de los dioses olímpicos. Fue llamado Marte por los romanos. Cuando Halirrotio violó a Alcipe, la hija de Ares con Agraulo, Ares le mató, por lo que fue llevado a juicio: el primer juicio por asesinato de la historia. Fue absuelto. Entre sus compañeros estaban su hermana Eris, sus hijos Fobos y Deimos y Enio. Ares era acompañado de un séquito que incluía a Dolor, Pánico, Hambruna y Olvido. Aunque inmortal, era muy sensible al dolor y acudía corriendo a su padre, Zeus, cada vez que era herido. Fue adorado principalmente en Tracia.Oto y Efialtes eran dos gemelos gigantes que un momento dado quisieron tomar al asalto el monte Olimpo. Lograron secuestrar a Ares y encerrarlo en una vasija durante trece meses. Sólo fue liberado cuando Artemisa ofreció acostarse con Oto. Esto hizo que Efialtes sintiera envidia y ambos pelearon. Artemisa se transformó en una cierva y saltó entre los dos. Los Alóadas, para evitar que huyera, arrojaron sus lanzas y se mataron uno al otro.Ares dio a Hipólita el cinturón que luego le quitó Heracles.Una noche, mientras mantenía relaciones sexuales con Afrodita, Ares puso a un joven llamado Alectrión a su puerta para que los guardase. Éste se quedó dormido y Helios, el sol, sorprendió a la pareja. Ares transformó a Alectrión en un gallo, que nunca se olvida de anunciar la llegada del sol por la mañana.Durante la Guerra de Troya, Diómedes luchó con Héctor y vio a Ares luchando en el bando troyano. Diómedes pidió a sus soldados que se retirasen lentamente. Hera, la madre de Ares, vio la injerencia de éste y pidió permiso a Zeus, su padre, para alejar a Ares del campo de batalla. Hera animó a Diómedes a atacar a Ares y éste arrojó su lanza contra el dios. Atenea guió la lanza hasta el cuerpo de Ares, quien rugió de dolor y huyó al monte Olimpo, lo que obligó a los troyanos a retirarse.En alguna versión de la historia de Adonis, Artemisa y Ares (su amante en ellas) enviaban un jabalí para matarle. Esta versión es sospechosa porque implicaría que Artemisa mantuvo relaciones con Ares y, sin embargo, virtualmente todas las fuentes coinciden en que se mantuvo casta todo el tiempo.Aunque importante en la poesía y la mitología, Ares fue raramente objeto de adoración. E incluso entonces, era casi siempre venerado en conjunción con otros dioses: por ejemplo, compartía un templo con Afrodita en Tebas.Ares Enialio era a veces usado como un epíteto para Ares. Resulta interesante que en las tablillas micénicas en lineal B aparezca un dios llamado Enialio, mientras ares parece ser un sustantivo corriente que significa "guerra". Sin embargo, en la época clásica Enialio había sido relegado al estatus de héroe (tal como aparece en La Ilíada) y Ares ascendido a dios. Enialio sobrevive como un título de culto sólo en algunos escenarios, notablemente en el juramento de los efebos en Atenas."
miércoles, 14 de abril de 2010
Andromaca:
Esposa del príncipe heredero troyano Héctor. Tras la caída de la ciudad, conoció los desastres de lo que es una guerra que arruina a tantos vencedores como a vencidos. Tuvo que ver la muerte de su marido y de su hijo Astiniacte. El célebre pasaje del canto VI de la Ilíada en el que Héctor- con su tremolante casco- se despide de su mujer y de su hijo para acudir al combate, en el que encontrará la muerte, sigue siendo una escena tan actual como patética.
Esposa del príncipe heredero troyano Héctor. Tras la caída de la ciudad, conoció los desastres de lo que es una guerra que arruina a tantos vencedores como a vencidos. Tuvo que ver la muerte de su marido y de su hijo Astiniacte. El célebre pasaje del canto VI de la Ilíada en el que Héctor- con su tremolante casco- se despide de su mujer y de su hijo para acudir al combate, en el que encontrará la muerte, sigue siendo una escena tan actual como patética.
Antigona:
Hija y hermanastra de su padre, Edipo, el cual- no pudiendo evitar su destino- tuvo hijos con su propia madre. La joven Antígona fue el lazarillo de su viejo y desolado padre/hermano, a quien acompañó hasta el final de sus días. En el conflicto que suscitaron sus dos hermanos, Eteocles y Polinices, Antígona antepuso sus obligaciones fraternales- que le exigían respetar leyes morales no escritas- a las leyes positivas del tirano Creonte. Se convirtió así en defensora de las verdades morales frente a los preceptos oficiales y, desde este punto de elegante acracia, prefirió morir.
Hija y hermanastra de su padre, Edipo, el cual- no pudiendo evitar su destino- tuvo hijos con su propia madre. La joven Antígona fue el lazarillo de su viejo y desolado padre/hermano, a quien acompañó hasta el final de sus días. En el conflicto que suscitaron sus dos hermanos, Eteocles y Polinices, Antígona antepuso sus obligaciones fraternales- que le exigían respetar leyes morales no escritas- a las leyes positivas del tirano Creonte. Se convirtió así en defensora de las verdades morales frente a los preceptos oficiales y, desde este punto de elegante acracia, prefirió morir.
Perseo y Andrómeda:
El Oráculo de Delfos había predicho que Acrisio, rey de Argos, moriría a manos de su nieto. Para evitar el cumplimiento de esta revelación encerró a su única hija, Dánae, en una cámara subterránea de bronce y prohibió el acceso a ella a los varones, incluso a los que tuvieran la honrada intención de pedir su mano. Zeus, que como dios omnipotente de poco servían habitaciones acorazadas, vio a la joven -que por cierto era bellísima- y naturalmente se enamoró de ella. Para no levantar sospechas, el padre de los dioses se transformó en finísima lluvia dorada y, filtrándose sobre un rayo de sol por la ventana de la celda, fecundó de esta manera a la pobre cautiva. El milagro se realizó y de esta unión nació el futuro héroe Perseo.
Acrisio no quiso reflexionar cómo su hija había podido dar a luz. Lleno de estupor y espanto al ser consciente de que el camino para que el Oráculo no se equivocara se había abierto, ordenó que Dánae y Perseo fueran colocados en una frágil barquilla y se abandonaran a merced de las olas del proceloso mar. Madre e hijo permanecieron muchos días cual náufragos de un desastre, hasta que, cuando ya se hallaban exhaustos, Zeus no les abandonó, haciendo que un vientecillo suave arrastrara al débil esquife hasta la isla de Sérifos. Allí fueron recogidos por un pescador llamado Dictis, hermano en algunas versiones del reyezuelo de la isla, Polidectes.
Dictis se encontraba a la sazón faenando no muy lejos del litoral y se extrañó al levantar la vista y reparar en la barquichuela que se mecía gracilmente. La alcanzó y la atrajo hasta la playa cercana. Después condujo a la joven y al bebé a una casa que poseía junto al mar, allí los cuidó y Perseo no tardó en convertirse en un arrogante joven, no exento de valentía y de excepcional encanto masculino.
Polidectes, a quien su hermano había presentado a los dos excepcionales náufragos, se prendó de Dánae, que conservaba lozana su espléndida hermosura, y quería hacerla suya sin reparar en medios, pero temía el enojo de Perseo, que noche y día velaba por la seguridad de su madre. El problema era pues el muchacho, ¿cómo lo alejaría de Dánae? Polidecres pregonó su próximo casamiento con Hipodamia. Para celebrarlo invitó a un banquete a príncipes, súbditos y allegados. En medio de éste y como era costumbre, preguntó qué regalo iban a ofrecerle. Todos optaron por traerle un caballo, excepto Perseo, que llevado de su arrogancia prometió ofrecer al rey la cabeza de la Medusa, única de las Cargonas que no poseía el don de la inmortalidad. Polidectes se frotó las manos saboreando el triunfo: ¡Por fin alejaría al temible obstáculo que le cerraba el acceso hasta Danae porque lo prometido era deuda, además era probable que aquél dejara la piel en la dificilísima empresa!
En otra versión Polidectes amenazó a Perseo, advirtiéndole que si no traía la cabeza de la Gorgona como trofeo peligraría la honra de su madre. Los dioses atraídos por la valentía del nuevo héroe le ofrecieron toda su ayuda. Y ¿cómo no iban a hacerlo, si además su protegido era hijo del mismísimo Zeus? Así pues, Hades le prestó el casco que poseía la virtud de volver invisible a quien lo llevaba; Atenea le dejó su escudo; Herrnes las alas que imprimían gran velocidad y la cualidad de volar al que las tenía; y Hefesto, una espada indestructible, fabricada en bronce y con filo diamantino llamada Harpe.
Así armado, Perseo se lanzó a los espacios siderales y, guiado por Atenea y Hermes, alcanzó la morada de las Greas, hermanas de las Gorgonas, vírgenes monstruosas semejantes a cíclopes femeninos, que poseían un solo ojo en la frente y un solo diente, pero al nacer ya eran viejas. Perseo se apoderó de su ojo y diente y les dijo que se los devolvería cuando le confesaran en donde encontraría a las Gorgonas. Las viejas espantosas, tras un forcejeo, no tuvieron más remedio que explicar al héroe por donde se iba hacia el lugar en donde imperaban sus hermanas, y Perseo cumplió lo prometido, devolviéndoles tan esenciales órganos.
Nuevo vuelo del héroe hasta llegar hasta la guarida de sus enemigas.
Su fealdad era todavía más espantosa que la de sus hermanas, las Creas. Los cabellos eran un amasijo informe de serpientes en movimiento silbando continuamente, los dientes eran semejantes a los del más salvaje jabalí, extremidades de bronce y alas de oro gracias a las cuales surcaban los aires. Todo aquel que se atrevía a mirarlas quedaba acto seguido convertido en piedra, y ni siquiera los dioses podían neutralizar este don. Atenea había contado a Perseo esta maléfica cualidad y por ello nuestro héroe rehuyó mirarlas cara a cara, sino que inició la lucha de espaldas, guiándose con la imagen de su rival reflejada en el bruñido escudo que la diosa de la Sabiduría le había prestado. Finalmente, con un último esfuerzo, logró cortar de un tajo con la Harpe la cabeza de Medusa, la Gorgona mortal. Al contemplar la escena, las otras dos hermanas inmortales se lanzaron sobre el héroe, pero éste consiguió rehuir la persecución haciéndose invisible con el casco de Hades.
De la sangre que brotó del cuello cercenado de Medusa, y en el momento del golpe, surgieron el gigante Crisaor, padre de Gerión, enemigo de Hércules e hijo a su vez de la Medusa y de Poseidón, y finalmente el caballo alado Pegaso.
Terminada victoriosamente su misión. Perseo se calzó las sandalias con alas, y tras colgarse el zurrón y sujetarse el casco, voló a través de los espacios hasta llegar a Mauritania, en donde tenía su morada el gigante Atlas. Perseo le solicitó su hospitalidad, presentándose como hijo del propio Zeus. Atlas le contestó desabridamente. Entonces el héroe le mostró la cabeza de la Medusa, que no había perdido sus propiedades y al instante el gigante quedó convertido en piedra. Es así como se presentó en el futuro ante los humanos: convertido en la Cordillera del Arias y cuyas cumbres parecen sostener los cielos.
Desde Mauritania alcanzó Perseo Etiopía, donde reinaba el rey Cefeo. A medida que descendía, se hizo cada vez más visible una hermosísima doncella que se hallaba encadenada a un peñasco lamido por las olas y a punto de ser devorada por un horrible monstruo marino. Si la brisa no hubiera agitado su rubia cabellera y las lágrimas no hubieran afluido copiosamente de sus bellísimos ojos, se diría que era una marmórea sirena esculpida junto a la playa.
"Soy hija de Cefeo soberano de estas tierras etíopes y mi nombre es Andrómeda. Me encuentro en esta deplorable situación porque mi madre Casiopea había manifestado con orgullo ante las Nereidas, ninfas del mar, que era más hermosa que ellas. Poseidón quiso vengar tal ofensa e inundó el país, y envió a sus costas a un monstruo marino que devoró a cuantos hombres y rebaños pudo alcanzar. El Oráculo de Ammón reveló que solamente desaparecería el peligro si me entregaban a mí, la hija de Casiopea, a la voracidad del monstruo. Después de vacilar mucho, mi padre, a instancias del pueblo, me abandonó encadenada a esta roca.»
Apenas había explicado su situación cuando se agitó el mar y de su seno apareció un horrible ser marino con ánimo de devorar a la joven. Andrómeda lanzó un lastimero gemido y sus padres, que se hallaban en la playa, corrieron hacia su hija intentando lo imposible. Perseo los detuvo y tranquilizó: salvará a Andrómeda, pero a cambio de convertirla en su esposa. Los padres aceptan entusiasmados la idea, pues ya se han dado cuenta que el pretendiente de su hija capaz de atreverse a rescatarla no puede ser un hombre cualquiera.
Raudo como una centella, Perseo se lanzó sobre el monstruo. Éste observó sobre la superficie del mar la sombra del héroe y, creyendo que era su enemigo, se lanzó con furia a atacarla, momento que aprovechó éste para clavar su espada una y otra vez en el dorso del animal, hasta que tras una titánica lucha el monstruo quedó exánime, mientras Perseo en su lomo celebraba la victoria. Acto seguido desató a Andrómeda y, tras los abrazos de rigor, los cuatro se encaminaron hacia palacio, en donde se ordenaron los preparativos para la boda.
Durante la sobremesa del banquete nupcial se oyó en las estancias contiguas al comedor un rumor que fue creciendo hasta que apareció Pilleo, hermano de Cefeo, con Inu1tirud de hombres armados con el fin de apoderarse del trono y hacer valer sus pretensiones de antiguo prometido de Andrómeda. Perseo tomó las armas y la lucha se generalizó, pero los asaltantes eran muchos y ya acariciaban el triunfo, cuando nuestrO héroe se acordó de la cabeza de Medusa y, cogiéndola en sus manos y desviando la vista de ella, la arrojó como un proyectil a los pies de sus adversarios, los cuales inmediatamente se transformaron en piedra, excepto Fineo, que al contemplar el prodigio imploró el perdón. Perseo no atendió las súplicas y, encarándole a la Gorgona, lo convirtió también en una pétrea figura que representaba un esclavo humillado.
Poco después, Perseo tomaba el camino de regreso a Sérifos, a pesar de las protestas de Cefeo, que deseaba que el héroe le sucediera algún día en el trono, protestas acrecentadas puesto que se llevaba consigo a Sérifos a su hija, a la que tanto esfuerzo había costado rescatar. Dánae, cansada de las infamias de Polidectes, se había refugiado junto a Dictis en el templo de Atenea... Perseo se presentó ante el soberano con la cabeza de la Gorgona y éste quedó igualmente petrificado. Dánae y Dictis salieron del templo y vivieron en paz, mientras que en algunos relatos se cuenta que Dictis terminó casándose con Dánae y llegó a ser rey de Sérifos.
Perseo devolvió a cada dios los dones que le habían prestado y Atenea recibió la cabeza de Medusa, que fue colocada como glorioso trofeo en el escudo de la diosa como reconocimiento a sus eficaces servicios. Hecho esto, se embarcó rumbo a su ciudad natal de Argos, en el Peloponeso.
Cuando Acrisio supo que su nieto regresaba, temió por su vida, tal corno lo había profetizado el Oráculo, y huyó disfrazado a Tesalia. Poco después se celebraban unos juegos atléticos en aquella región. Perseo acudió a demostrar su destreza, tras haber sido declarado presunto sucesor en e! trono de Argos al no volverse a saber nada de Acrisio y haber tenido que luchar contra Preto, hermano de éste, que había logrado coronarse rey. Perseo quiso intervenir en el lanzamiento del disco, manifestación de la que era muy experto. Pero cuando le tocó el turno, la trayectoria de! artilugio se le desvió, yendo a dar e! disco en la cabeza de un anciano forastero que presenciaba el espectáculo y que murió en el acto. Perseo descubrió con horror que la víctima que había provocado accidentalmente era su propio abuelo, Acrisio, refugiado en Tesalia para intentar huir del hado adverso.
El héroe, lleno de aflicción, renunció al trono de Argos como expiación por su crimen, aunque hubiera sido involuntario, y cedió la corona a Megapentes, hijo de su rival Preto. Como Megapentes era soberano de Tirinto, el héroe no tuvo otra opción que hacerse cargo de aquel reino y a partir de entonces vivió feliz en su nueva patria junto a Andrómeda, que le dio numerosos y valerosos hijos. De su tronco descendería e! héroe más famoso de toda la Mitología clásica: Hércules.
La similitud del nombre de Perseo con la del pueblo persa hizo pensar a algunos tratadistas que aquél había tenido de Andrómeda un hijo de igual nombre, criado por Cefeo y fundador del pueblo persa. Aluden como prueba el traje oriental que muestra Perseo en la pintura de algunos vasos conservados.
A Perseo se le atribuye la fortificación e incluso la fundación de Micenas. A su muerte se le tributaron honores divinos. Fue colocado en el cielo entre las constelaciones del hemisferio boreal junto a su amada Andrómeda, cuya nebulosa es el cuerpo celeste más alejado de la Tierra que podemos contemplar sin ayuda del telescopio. La constelación de Perseo adopta la forma de campana. Dentro de su espacio se hallan numerosas estrellas fugaces (en realidad meteoritos) que conocemos con el significativo nombre de Perseidas. Por su relación con Perseo, Casiopea y Cefeo dieron nombre a su vez a otras constelaciones.
La estatua más famosa de Perseo se conserva en la Sala de los Lanzi de Florencia y es obra del polifacético artista renacentista florentino Benuenuto Cellini (1500-1571). Muestra el momento en que el héroe enseña triunfalmente la cabeza de la Medusa, tras haberla cortado con una especie de cimitarra. Sin ropaje alguno, Perseo está tocado con el casco de Hades que le proporcionaba la fabulosa invisibilidad.
El Oráculo de Delfos había predicho que Acrisio, rey de Argos, moriría a manos de su nieto. Para evitar el cumplimiento de esta revelación encerró a su única hija, Dánae, en una cámara subterránea de bronce y prohibió el acceso a ella a los varones, incluso a los que tuvieran la honrada intención de pedir su mano. Zeus, que como dios omnipotente de poco servían habitaciones acorazadas, vio a la joven -que por cierto era bellísima- y naturalmente se enamoró de ella. Para no levantar sospechas, el padre de los dioses se transformó en finísima lluvia dorada y, filtrándose sobre un rayo de sol por la ventana de la celda, fecundó de esta manera a la pobre cautiva. El milagro se realizó y de esta unión nació el futuro héroe Perseo.
Acrisio no quiso reflexionar cómo su hija había podido dar a luz. Lleno de estupor y espanto al ser consciente de que el camino para que el Oráculo no se equivocara se había abierto, ordenó que Dánae y Perseo fueran colocados en una frágil barquilla y se abandonaran a merced de las olas del proceloso mar. Madre e hijo permanecieron muchos días cual náufragos de un desastre, hasta que, cuando ya se hallaban exhaustos, Zeus no les abandonó, haciendo que un vientecillo suave arrastrara al débil esquife hasta la isla de Sérifos. Allí fueron recogidos por un pescador llamado Dictis, hermano en algunas versiones del reyezuelo de la isla, Polidectes.
Dictis se encontraba a la sazón faenando no muy lejos del litoral y se extrañó al levantar la vista y reparar en la barquichuela que se mecía gracilmente. La alcanzó y la atrajo hasta la playa cercana. Después condujo a la joven y al bebé a una casa que poseía junto al mar, allí los cuidó y Perseo no tardó en convertirse en un arrogante joven, no exento de valentía y de excepcional encanto masculino.
Polidectes, a quien su hermano había presentado a los dos excepcionales náufragos, se prendó de Dánae, que conservaba lozana su espléndida hermosura, y quería hacerla suya sin reparar en medios, pero temía el enojo de Perseo, que noche y día velaba por la seguridad de su madre. El problema era pues el muchacho, ¿cómo lo alejaría de Dánae? Polidecres pregonó su próximo casamiento con Hipodamia. Para celebrarlo invitó a un banquete a príncipes, súbditos y allegados. En medio de éste y como era costumbre, preguntó qué regalo iban a ofrecerle. Todos optaron por traerle un caballo, excepto Perseo, que llevado de su arrogancia prometió ofrecer al rey la cabeza de la Medusa, única de las Cargonas que no poseía el don de la inmortalidad. Polidectes se frotó las manos saboreando el triunfo: ¡Por fin alejaría al temible obstáculo que le cerraba el acceso hasta Danae porque lo prometido era deuda, además era probable que aquél dejara la piel en la dificilísima empresa!
En otra versión Polidectes amenazó a Perseo, advirtiéndole que si no traía la cabeza de la Gorgona como trofeo peligraría la honra de su madre. Los dioses atraídos por la valentía del nuevo héroe le ofrecieron toda su ayuda. Y ¿cómo no iban a hacerlo, si además su protegido era hijo del mismísimo Zeus? Así pues, Hades le prestó el casco que poseía la virtud de volver invisible a quien lo llevaba; Atenea le dejó su escudo; Herrnes las alas que imprimían gran velocidad y la cualidad de volar al que las tenía; y Hefesto, una espada indestructible, fabricada en bronce y con filo diamantino llamada Harpe.
Así armado, Perseo se lanzó a los espacios siderales y, guiado por Atenea y Hermes, alcanzó la morada de las Greas, hermanas de las Gorgonas, vírgenes monstruosas semejantes a cíclopes femeninos, que poseían un solo ojo en la frente y un solo diente, pero al nacer ya eran viejas. Perseo se apoderó de su ojo y diente y les dijo que se los devolvería cuando le confesaran en donde encontraría a las Gorgonas. Las viejas espantosas, tras un forcejeo, no tuvieron más remedio que explicar al héroe por donde se iba hacia el lugar en donde imperaban sus hermanas, y Perseo cumplió lo prometido, devolviéndoles tan esenciales órganos.
Nuevo vuelo del héroe hasta llegar hasta la guarida de sus enemigas.
Su fealdad era todavía más espantosa que la de sus hermanas, las Creas. Los cabellos eran un amasijo informe de serpientes en movimiento silbando continuamente, los dientes eran semejantes a los del más salvaje jabalí, extremidades de bronce y alas de oro gracias a las cuales surcaban los aires. Todo aquel que se atrevía a mirarlas quedaba acto seguido convertido en piedra, y ni siquiera los dioses podían neutralizar este don. Atenea había contado a Perseo esta maléfica cualidad y por ello nuestro héroe rehuyó mirarlas cara a cara, sino que inició la lucha de espaldas, guiándose con la imagen de su rival reflejada en el bruñido escudo que la diosa de la Sabiduría le había prestado. Finalmente, con un último esfuerzo, logró cortar de un tajo con la Harpe la cabeza de Medusa, la Gorgona mortal. Al contemplar la escena, las otras dos hermanas inmortales se lanzaron sobre el héroe, pero éste consiguió rehuir la persecución haciéndose invisible con el casco de Hades.
De la sangre que brotó del cuello cercenado de Medusa, y en el momento del golpe, surgieron el gigante Crisaor, padre de Gerión, enemigo de Hércules e hijo a su vez de la Medusa y de Poseidón, y finalmente el caballo alado Pegaso.
Terminada victoriosamente su misión. Perseo se calzó las sandalias con alas, y tras colgarse el zurrón y sujetarse el casco, voló a través de los espacios hasta llegar a Mauritania, en donde tenía su morada el gigante Atlas. Perseo le solicitó su hospitalidad, presentándose como hijo del propio Zeus. Atlas le contestó desabridamente. Entonces el héroe le mostró la cabeza de la Medusa, que no había perdido sus propiedades y al instante el gigante quedó convertido en piedra. Es así como se presentó en el futuro ante los humanos: convertido en la Cordillera del Arias y cuyas cumbres parecen sostener los cielos.
Desde Mauritania alcanzó Perseo Etiopía, donde reinaba el rey Cefeo. A medida que descendía, se hizo cada vez más visible una hermosísima doncella que se hallaba encadenada a un peñasco lamido por las olas y a punto de ser devorada por un horrible monstruo marino. Si la brisa no hubiera agitado su rubia cabellera y las lágrimas no hubieran afluido copiosamente de sus bellísimos ojos, se diría que era una marmórea sirena esculpida junto a la playa.
"Soy hija de Cefeo soberano de estas tierras etíopes y mi nombre es Andrómeda. Me encuentro en esta deplorable situación porque mi madre Casiopea había manifestado con orgullo ante las Nereidas, ninfas del mar, que era más hermosa que ellas. Poseidón quiso vengar tal ofensa e inundó el país, y envió a sus costas a un monstruo marino que devoró a cuantos hombres y rebaños pudo alcanzar. El Oráculo de Ammón reveló que solamente desaparecería el peligro si me entregaban a mí, la hija de Casiopea, a la voracidad del monstruo. Después de vacilar mucho, mi padre, a instancias del pueblo, me abandonó encadenada a esta roca.»
Apenas había explicado su situación cuando se agitó el mar y de su seno apareció un horrible ser marino con ánimo de devorar a la joven. Andrómeda lanzó un lastimero gemido y sus padres, que se hallaban en la playa, corrieron hacia su hija intentando lo imposible. Perseo los detuvo y tranquilizó: salvará a Andrómeda, pero a cambio de convertirla en su esposa. Los padres aceptan entusiasmados la idea, pues ya se han dado cuenta que el pretendiente de su hija capaz de atreverse a rescatarla no puede ser un hombre cualquiera.
Raudo como una centella, Perseo se lanzó sobre el monstruo. Éste observó sobre la superficie del mar la sombra del héroe y, creyendo que era su enemigo, se lanzó con furia a atacarla, momento que aprovechó éste para clavar su espada una y otra vez en el dorso del animal, hasta que tras una titánica lucha el monstruo quedó exánime, mientras Perseo en su lomo celebraba la victoria. Acto seguido desató a Andrómeda y, tras los abrazos de rigor, los cuatro se encaminaron hacia palacio, en donde se ordenaron los preparativos para la boda.
Durante la sobremesa del banquete nupcial se oyó en las estancias contiguas al comedor un rumor que fue creciendo hasta que apareció Pilleo, hermano de Cefeo, con Inu1tirud de hombres armados con el fin de apoderarse del trono y hacer valer sus pretensiones de antiguo prometido de Andrómeda. Perseo tomó las armas y la lucha se generalizó, pero los asaltantes eran muchos y ya acariciaban el triunfo, cuando nuestrO héroe se acordó de la cabeza de Medusa y, cogiéndola en sus manos y desviando la vista de ella, la arrojó como un proyectil a los pies de sus adversarios, los cuales inmediatamente se transformaron en piedra, excepto Fineo, que al contemplar el prodigio imploró el perdón. Perseo no atendió las súplicas y, encarándole a la Gorgona, lo convirtió también en una pétrea figura que representaba un esclavo humillado.
Poco después, Perseo tomaba el camino de regreso a Sérifos, a pesar de las protestas de Cefeo, que deseaba que el héroe le sucediera algún día en el trono, protestas acrecentadas puesto que se llevaba consigo a Sérifos a su hija, a la que tanto esfuerzo había costado rescatar. Dánae, cansada de las infamias de Polidectes, se había refugiado junto a Dictis en el templo de Atenea... Perseo se presentó ante el soberano con la cabeza de la Gorgona y éste quedó igualmente petrificado. Dánae y Dictis salieron del templo y vivieron en paz, mientras que en algunos relatos se cuenta que Dictis terminó casándose con Dánae y llegó a ser rey de Sérifos.
Perseo devolvió a cada dios los dones que le habían prestado y Atenea recibió la cabeza de Medusa, que fue colocada como glorioso trofeo en el escudo de la diosa como reconocimiento a sus eficaces servicios. Hecho esto, se embarcó rumbo a su ciudad natal de Argos, en el Peloponeso.
Cuando Acrisio supo que su nieto regresaba, temió por su vida, tal corno lo había profetizado el Oráculo, y huyó disfrazado a Tesalia. Poco después se celebraban unos juegos atléticos en aquella región. Perseo acudió a demostrar su destreza, tras haber sido declarado presunto sucesor en e! trono de Argos al no volverse a saber nada de Acrisio y haber tenido que luchar contra Preto, hermano de éste, que había logrado coronarse rey. Perseo quiso intervenir en el lanzamiento del disco, manifestación de la que era muy experto. Pero cuando le tocó el turno, la trayectoria de! artilugio se le desvió, yendo a dar e! disco en la cabeza de un anciano forastero que presenciaba el espectáculo y que murió en el acto. Perseo descubrió con horror que la víctima que había provocado accidentalmente era su propio abuelo, Acrisio, refugiado en Tesalia para intentar huir del hado adverso.
El héroe, lleno de aflicción, renunció al trono de Argos como expiación por su crimen, aunque hubiera sido involuntario, y cedió la corona a Megapentes, hijo de su rival Preto. Como Megapentes era soberano de Tirinto, el héroe no tuvo otra opción que hacerse cargo de aquel reino y a partir de entonces vivió feliz en su nueva patria junto a Andrómeda, que le dio numerosos y valerosos hijos. De su tronco descendería e! héroe más famoso de toda la Mitología clásica: Hércules.
La similitud del nombre de Perseo con la del pueblo persa hizo pensar a algunos tratadistas que aquél había tenido de Andrómeda un hijo de igual nombre, criado por Cefeo y fundador del pueblo persa. Aluden como prueba el traje oriental que muestra Perseo en la pintura de algunos vasos conservados.
A Perseo se le atribuye la fortificación e incluso la fundación de Micenas. A su muerte se le tributaron honores divinos. Fue colocado en el cielo entre las constelaciones del hemisferio boreal junto a su amada Andrómeda, cuya nebulosa es el cuerpo celeste más alejado de la Tierra que podemos contemplar sin ayuda del telescopio. La constelación de Perseo adopta la forma de campana. Dentro de su espacio se hallan numerosas estrellas fugaces (en realidad meteoritos) que conocemos con el significativo nombre de Perseidas. Por su relación con Perseo, Casiopea y Cefeo dieron nombre a su vez a otras constelaciones.
La estatua más famosa de Perseo se conserva en la Sala de los Lanzi de Florencia y es obra del polifacético artista renacentista florentino Benuenuto Cellini (1500-1571). Muestra el momento en que el héroe enseña triunfalmente la cabeza de la Medusa, tras haberla cortado con una especie de cimitarra. Sin ropaje alguno, Perseo está tocado con el casco de Hades que le proporcionaba la fabulosa invisibilidad.
Edipo:
Labdaco, de la familia de Carmo, tuvo un hijo llamado Laio, el cual, después de la muerte de Antión y de Zeto, usurpadores del trono cadmeio, fue rey de Tebas y se casó con y Yocasta, hermana de Creón, hija de Meneceo. Como este matrimonio era estéril, los esposos se encaminaron a consultar el oráculo de Apolo, y les respondió la Pitia que, en caso de nacerles un hijo, éste mataría a su padre.
Al poco tiempo, Yocasta dio a luz un niño. Laio, temeroso del cumplimiento del oráculo, abandonó al recién nacido en el monte Citerón. Agujereados los pies y atados con fuertes ligaduras, quedó pendiente de un árbol. Pasó por allí el pastor Forbas, quien apiadándose de la criatura lo recogió, llamándole Oidipus, a causa de la deformidad de sus pies, y lo llevó al palacio de su amo, el rey de Corinto, Polibo.
Tanto el rey como la reina Merope, quedaron encantados con el niño y resolvieron adoptarlo. Edipo creció así bajo la tutela y amparo de los reyes y como si fuera hijo de los soberanos. Ya crecido, se dio cuenta de que el pueblo corintio le hacía objeto de crueles mofas, y oyó en reiteradas ocasiones que se ponía en duda su descendencia de la regia estirpe.
En seguida se dirigió a Delfos, y el oráculo, sin revelarle el secreto de su nacimiento, le anuncia que él será el matador de su padre y que cometerá incesto con su madre. Preso de horror y repugnancia, persuadido como estaba de que Polibo era su padre y Merope su madre, no quiso volver a Corinto, y tomó el camino de la Pócida.
El destino inexorable iba, sin embargo, a cumplirse, a su pesar. En el camino que conduce de Delfos a Daulis, donde se parte en dos, y al ir a tomar Edipo el de Tebas, un carro tirado por poderosas mulas le obstruyó el paso, y una voz injuriosa y dominante le ordenó con insolencia que dejara libre el camino. Irritado, contestó en mala forma el joven Edipo y trabándose en lucha con los ocupantes del carro dio muerte al dueño y a sus cinco escuderos: Edipo había dado muerte, sin saberlo, a su padre Laio.
A consecuencia de este crimen, Creón, hermano de Yocasta, ocupó el trono de Tebas. Poco tiempo después un monstruo terrible, que tenía cabeza y seno de mujer, cuerpo de perro, garras de león, alas de águila y una cola armada de un dardo agudo, hacía sensibles estragos en el país. Era la Esfinge, mandada por Juno para vengarse de ofensas e impiedades de los tebanos: apostada en el monte Fikión, en las cercanías de Tebas, proponía terribles enigmas a cuantos pasaban, y devoraba o arrojaba a las olas a quienes no respondían satisfactoriamente.
Ya llevaba causadas numerosas víctimas, y el .rey Creón, queriendo poner término al mal, ofreció su corona y la mano de su hermana Yocasta a. quien lograse vencer al monstruo. En esa época llegó a Tebas Edipo, y se resolvió a tentar la suerte. Fue en busca de la Esfinge y oyó de sus labios estas preguntas:¿ Cuál es el animal que tiene cuatro pies por la mañana, dos al mediodía y tres por la tarde?
Edipo resolvió en seguida la cuestión que a tantos había costado la vida.
Ese animal -contestó- es el hombre, que por la mañana, es decir, en su infancia, anda con pies y manos (gateando), al mediodía, esto es, en la plenitud de la edad, se sostiene sobre sus piernas, y en la tarde de la vejez necesita de un bastón para apoyarse.
Apenas terminó de pronunciar estas palabras, la Esfinge se arrojó del monte a las olas que había devorado a tantos tebanos. Vencedor, Edipo obtuvo a la vez el cetro de Creón y el lecho de Yocasta, su propia madre, y tuvo con ella cuatro hijos, dos varones, Eteocles y Polinices, y dos mujeres, Ismene y Antígona, con lo que las dos partes del oráculo si vieron así confirmadas.
El incesto no tardó en atraer la cólera de los dioses, los que lanzaron una espantosa epidemia que diezmó al país. Las crías de los animales y los hijos de los humanos se deshacían en el seno de sus madres antes de germinar. Consultado en la emergencia el oráculo, señaló como causa del azote la muerte violenta de Laio, y como único remedio el descubrimiento y la expulsión del culpable. Edipo profiere entonces las más atroces imprecaciones contra el desconocido criminal, mas no tarda en saber toda la horrible verdad. El adivino Tiresias, a quien acosa a preguntas, le revela el doble secreto: el homicida es el mismo Edipo; él también se ha casado con su madre: parricida e incestuoso, su raza será maldita.
Enloquecida Yocasta se ahorcó, colgándose de una viga de su palacio. Edipo se arrancó los ojos; sus hijos lo expulsaron de Tebas y luego se disputaron el trono espada en mano.
Edipo abandona Tebas maldiciendo a sus hijos y solo cuenta en su peregrinaje con la ternura filial de Antígona, que le sirve de compañía y guía. Llegan así cerca de una aldea de Atica, llamada Colona, donde había un bosque consagrado a las Euménides. Teseo, que gobernaba a la sazón entre los atenienses, acoge favorablemente a los viajeros y, a poco, se oye un espantoso trueno que Edipo lo considera como augurio de su próxima muerte y marcha sin guía al lugar donde debe expirar.
Al llegar se sienta en una piedra, se desciñe sus vestiduras de luto, y después de haberse purificado, se pone el lienzo con que acostumbraban a cubrir a los muertos; hace alejar a su hija, y llamando aparte a Teseo la recomienda a su .favor. La tierra tiembla en ese momento y se entreabre con suavidad para recibir a Edipo sin causarle violencia ni dolor, y Teseo, que está presente, es el único en saber el secreto de su muerte y el lugar de su sepultura.
Labdaco, de la familia de Carmo, tuvo un hijo llamado Laio, el cual, después de la muerte de Antión y de Zeto, usurpadores del trono cadmeio, fue rey de Tebas y se casó con y Yocasta, hermana de Creón, hija de Meneceo. Como este matrimonio era estéril, los esposos se encaminaron a consultar el oráculo de Apolo, y les respondió la Pitia que, en caso de nacerles un hijo, éste mataría a su padre.
Al poco tiempo, Yocasta dio a luz un niño. Laio, temeroso del cumplimiento del oráculo, abandonó al recién nacido en el monte Citerón. Agujereados los pies y atados con fuertes ligaduras, quedó pendiente de un árbol. Pasó por allí el pastor Forbas, quien apiadándose de la criatura lo recogió, llamándole Oidipus, a causa de la deformidad de sus pies, y lo llevó al palacio de su amo, el rey de Corinto, Polibo.
Tanto el rey como la reina Merope, quedaron encantados con el niño y resolvieron adoptarlo. Edipo creció así bajo la tutela y amparo de los reyes y como si fuera hijo de los soberanos. Ya crecido, se dio cuenta de que el pueblo corintio le hacía objeto de crueles mofas, y oyó en reiteradas ocasiones que se ponía en duda su descendencia de la regia estirpe.
En seguida se dirigió a Delfos, y el oráculo, sin revelarle el secreto de su nacimiento, le anuncia que él será el matador de su padre y que cometerá incesto con su madre. Preso de horror y repugnancia, persuadido como estaba de que Polibo era su padre y Merope su madre, no quiso volver a Corinto, y tomó el camino de la Pócida.
El destino inexorable iba, sin embargo, a cumplirse, a su pesar. En el camino que conduce de Delfos a Daulis, donde se parte en dos, y al ir a tomar Edipo el de Tebas, un carro tirado por poderosas mulas le obstruyó el paso, y una voz injuriosa y dominante le ordenó con insolencia que dejara libre el camino. Irritado, contestó en mala forma el joven Edipo y trabándose en lucha con los ocupantes del carro dio muerte al dueño y a sus cinco escuderos: Edipo había dado muerte, sin saberlo, a su padre Laio.
A consecuencia de este crimen, Creón, hermano de Yocasta, ocupó el trono de Tebas. Poco tiempo después un monstruo terrible, que tenía cabeza y seno de mujer, cuerpo de perro, garras de león, alas de águila y una cola armada de un dardo agudo, hacía sensibles estragos en el país. Era la Esfinge, mandada por Juno para vengarse de ofensas e impiedades de los tebanos: apostada en el monte Fikión, en las cercanías de Tebas, proponía terribles enigmas a cuantos pasaban, y devoraba o arrojaba a las olas a quienes no respondían satisfactoriamente.
Ya llevaba causadas numerosas víctimas, y el .rey Creón, queriendo poner término al mal, ofreció su corona y la mano de su hermana Yocasta a. quien lograse vencer al monstruo. En esa época llegó a Tebas Edipo, y se resolvió a tentar la suerte. Fue en busca de la Esfinge y oyó de sus labios estas preguntas:¿ Cuál es el animal que tiene cuatro pies por la mañana, dos al mediodía y tres por la tarde?
Edipo resolvió en seguida la cuestión que a tantos había costado la vida.
Ese animal -contestó- es el hombre, que por la mañana, es decir, en su infancia, anda con pies y manos (gateando), al mediodía, esto es, en la plenitud de la edad, se sostiene sobre sus piernas, y en la tarde de la vejez necesita de un bastón para apoyarse.
Apenas terminó de pronunciar estas palabras, la Esfinge se arrojó del monte a las olas que había devorado a tantos tebanos. Vencedor, Edipo obtuvo a la vez el cetro de Creón y el lecho de Yocasta, su propia madre, y tuvo con ella cuatro hijos, dos varones, Eteocles y Polinices, y dos mujeres, Ismene y Antígona, con lo que las dos partes del oráculo si vieron así confirmadas.
El incesto no tardó en atraer la cólera de los dioses, los que lanzaron una espantosa epidemia que diezmó al país. Las crías de los animales y los hijos de los humanos se deshacían en el seno de sus madres antes de germinar. Consultado en la emergencia el oráculo, señaló como causa del azote la muerte violenta de Laio, y como único remedio el descubrimiento y la expulsión del culpable. Edipo profiere entonces las más atroces imprecaciones contra el desconocido criminal, mas no tarda en saber toda la horrible verdad. El adivino Tiresias, a quien acosa a preguntas, le revela el doble secreto: el homicida es el mismo Edipo; él también se ha casado con su madre: parricida e incestuoso, su raza será maldita.
Enloquecida Yocasta se ahorcó, colgándose de una viga de su palacio. Edipo se arrancó los ojos; sus hijos lo expulsaron de Tebas y luego se disputaron el trono espada en mano.
Edipo abandona Tebas maldiciendo a sus hijos y solo cuenta en su peregrinaje con la ternura filial de Antígona, que le sirve de compañía y guía. Llegan así cerca de una aldea de Atica, llamada Colona, donde había un bosque consagrado a las Euménides. Teseo, que gobernaba a la sazón entre los atenienses, acoge favorablemente a los viajeros y, a poco, se oye un espantoso trueno que Edipo lo considera como augurio de su próxima muerte y marcha sin guía al lugar donde debe expirar.
Al llegar se sienta en una piedra, se desciñe sus vestiduras de luto, y después de haberse purificado, se pone el lienzo con que acostumbraban a cubrir a los muertos; hace alejar a su hija, y llamando aparte a Teseo la recomienda a su .favor. La tierra tiembla en ese momento y se entreabre con suavidad para recibir a Edipo sin causarle violencia ni dolor, y Teseo, que está presente, es el único en saber el secreto de su muerte y el lugar de su sepultura.
Jasón:
La historia de jasón está ligada a la de los Argonautas, pues él era su líder y con ellos fue hasta Colehis, en el mar Negro, a bordo del Argo, superando grandes dificultades hasta conseguir el Vellocino de Oro.
Jasón era hijo de Esón y Filira. Su padre era el rey de Jaleo, en Magnesia, pero tras la muerte de su padre, Creteo, su hermano Pelias se hizo con el poder aunque el heredero era Esón. La madre de jasón no confiaba en Pelias y organizó un falso funeral por su hijo. En realidad se llevó al pequeño de la cuidad y se lo confió al centauro Quirón, que ya había educado a varios héroes. Pelias había sido advertido por el Oráculo de Delfos para que tuviese cuidado con un descendiente de Esón que llevase una sola sandalia.
Tiempo después, cuando Jasón regresó a jaleo tuvo que superar un río. Cuando se disponía a hacerlo, una anciana le pidió que la ayudase a cruzar y así lo hizo, aunque perdió una de sus sandalias mientras iba por el agua. La anciana era la propia diosa Hera, protectora de jasón, que quería vengarse de Pelias. Con un pie desnudo se presentó ante el rey, motivo por el que supo de inmediato quién era. Pelias pensó que si lo mataba, violaría las reglas sagradas de hospitalidad y tendría al pueblo en contra, dada la popularidad de jasón. Así, le prometió el trono si le traía el Vellocino de Oro, la piel del carnero sobre el que habían volado Frijo y Hele hasta Colehis. Se trataba de una tarea imposible, así que Pelias pensaba que el joven no sobreviviría a la aventura.
No obstante, el Oráculo de Delfos sí creyó que Jasón lo conseguiría y le mandó construir un barco, llamado Argo, y reunir a 50 héroes para que le acompañasen. El Argo partió y tras numerosas aventuras alcanzó Colehis. jasón pudo tomar el Vellocino de Oro gracias a la ayuda de la princesa local y hechicera Medea, que se había enamorado de él. Tras muchas otras aventuras, Jasón regresó a casa con la misión cumplida.
Pelias, el usurpador, no se rindió fácilmente, pero la intervención de Medea hizo que fuese asesinado por sus propias hijas, atrocidad tras la cual jasón y su amada se establecieron en Corinto como huéspedes del rey Creón y tuvieron tres hijos. Durante muchos años vivieron en paz y armonía, hasta que Creón decidió ofrecer a jasón la mano de su hija Glauce, con lo que así se haría rey. Fue sencillo deshacerse de Medea porque su matrimonio no era válido en Corinto, al ser extranjero. La hechicera montó en cólera y asesinó a Glauce, Creón y a sus propios hijos, tras lo cual huyó a Atenas.
El infeliz Jasón permaneció en Corinto tras la marcha de su esposa, mujer con mucha más personalidad y a la que había traicionado a pesar de la ayuda que le prestó en sus más importantes logros. Así permaneció hasta la vejez, recordando los viejos tiempos gloriosos con los Argonautas. Finalmente murió al desprenderse un trozo de madera del casco del Argo, junto al que pasaba los días enteros recordando. Quizá fuese el mejor final para Jasón, un héroe sin demasiado carácter. Sin el apoyo de Hera y de Medea nunca habría conseguido llegar demasiado lejos.
La historia de jasón está ligada a la de los Argonautas, pues él era su líder y con ellos fue hasta Colehis, en el mar Negro, a bordo del Argo, superando grandes dificultades hasta conseguir el Vellocino de Oro.
Jasón era hijo de Esón y Filira. Su padre era el rey de Jaleo, en Magnesia, pero tras la muerte de su padre, Creteo, su hermano Pelias se hizo con el poder aunque el heredero era Esón. La madre de jasón no confiaba en Pelias y organizó un falso funeral por su hijo. En realidad se llevó al pequeño de la cuidad y se lo confió al centauro Quirón, que ya había educado a varios héroes. Pelias había sido advertido por el Oráculo de Delfos para que tuviese cuidado con un descendiente de Esón que llevase una sola sandalia.
Tiempo después, cuando Jasón regresó a jaleo tuvo que superar un río. Cuando se disponía a hacerlo, una anciana le pidió que la ayudase a cruzar y así lo hizo, aunque perdió una de sus sandalias mientras iba por el agua. La anciana era la propia diosa Hera, protectora de jasón, que quería vengarse de Pelias. Con un pie desnudo se presentó ante el rey, motivo por el que supo de inmediato quién era. Pelias pensó que si lo mataba, violaría las reglas sagradas de hospitalidad y tendría al pueblo en contra, dada la popularidad de jasón. Así, le prometió el trono si le traía el Vellocino de Oro, la piel del carnero sobre el que habían volado Frijo y Hele hasta Colehis. Se trataba de una tarea imposible, así que Pelias pensaba que el joven no sobreviviría a la aventura.
No obstante, el Oráculo de Delfos sí creyó que Jasón lo conseguiría y le mandó construir un barco, llamado Argo, y reunir a 50 héroes para que le acompañasen. El Argo partió y tras numerosas aventuras alcanzó Colehis. jasón pudo tomar el Vellocino de Oro gracias a la ayuda de la princesa local y hechicera Medea, que se había enamorado de él. Tras muchas otras aventuras, Jasón regresó a casa con la misión cumplida.
Pelias, el usurpador, no se rindió fácilmente, pero la intervención de Medea hizo que fuese asesinado por sus propias hijas, atrocidad tras la cual jasón y su amada se establecieron en Corinto como huéspedes del rey Creón y tuvieron tres hijos. Durante muchos años vivieron en paz y armonía, hasta que Creón decidió ofrecer a jasón la mano de su hija Glauce, con lo que así se haría rey. Fue sencillo deshacerse de Medea porque su matrimonio no era válido en Corinto, al ser extranjero. La hechicera montó en cólera y asesinó a Glauce, Creón y a sus propios hijos, tras lo cual huyó a Atenas.
El infeliz Jasón permaneció en Corinto tras la marcha de su esposa, mujer con mucha más personalidad y a la que había traicionado a pesar de la ayuda que le prestó en sus más importantes logros. Así permaneció hasta la vejez, recordando los viejos tiempos gloriosos con los Argonautas. Finalmente murió al desprenderse un trozo de madera del casco del Argo, junto al que pasaba los días enteros recordando. Quizá fuese el mejor final para Jasón, un héroe sin demasiado carácter. Sin el apoyo de Hera y de Medea nunca habría conseguido llegar demasiado lejos.
Odiseo (Ulises) :
Odiseo, rey de Ítaca, cuyo nombre griego es Odiseo, es hijo de Leartes y Anticlea.
La intervención de éste héroe en la Guerra de Troya fue decisiva ya que fue suya la idea del Caballo de Troya. Sus aventuras durante el viaje de regreso y su arribo al país natal forman La Odisea, la segunda de las dos obras inmortales de Homero.
Inmediatamente después de la partida de Troya, Odiseo llega al istmo de Tracia, la ciudad de los Cicones, y aunque consigue saquearlos, pierde a setenta y dos de sus compañeros en un sorpresivo ataque.
Desviados por el viento llegaron a la tierra de los lotófagos, quienes se alimentaban de la flor de loto, la cual provocaba la pérdida de memoria. Éstos les ofrecieron loto, tras lo cual los navegantes olvidaron su patria. Finalmente, Odiseo consiguió que los marineros volviesen a sus embarcaciones, para seguir rumbo a Ítaca.
Llegan en primer término al país de los Cíclopes donde el monstruo Polifemo encierra a Odiseo con doce de sus compañeros en una caverna. Cuando ya había devorado a seis griegos, Odiseo logra emborrachar al monstruo y le quita su único ojo, con lo que logra escapar con el resto de sus compañeros.
A partir de entonces Odiseo es perseguido por la ira de Poseidón, dios del mar y padre de Polifemo, quien lo persigue con terribles tempestades durante su viaje, manteniéndolo siempre alejado de su país.
En la isla de Eolo, el guardián de los vientos, halla una amable hospitalidad y al partir el dios le entrega una bolsa de cuero en la que se hallaban encerrados todos los vientos, con excepción del benéfico Oeste, para que los lleve en nueve días a la costa de Ítaca.
Mientras Odiseo descansa, sus compañeros abren la bolsa creyendo que contenía un tesoro y los vientos escapan. Arrastrados por la corriente, llegan de nuevo a la isla de Eolo, quien los echa indignado por considerarlos enemigos de los dioses.
Al llegar a Telepilo, la cuidad de Lamo, el rey de Anfitrite, sus lestrigones, caníbales de descomunal estatura, destrozan once de sus nave, salvándose la duodécima gracias a la astucia de Odiseo.
En la isla de Ea, la maga Circe convierte en cerdos a parte de la tripulación de su nave, pero el héroe, con la ayuda de Mercurio, la obliga a devolverles su forma humana.
Después de haber escapado de las sirenas, que con sus cantos atraían a los marinos y los hacían naufragar, y después de haberse salvado de los monstruos marinos Escila y Caribdis, Odiseo llegó a la isla de Trinacria , donde sus compañeros atacaron a los animales sagrados, dedicados al dios del sol, Helios. El dios supremo, Zeus, los castigó destruyendo con sus rayos los navíos y pereciendo así todos sus tripulantes, a excepción de Odiseo, quien se salva aferrándose al palo mayor y a la quilla; y al cabo de nueve días arriba a la isla de Ogigia, morada de la ninfa Calipso, hija de Atlas. Ésta lo retuvo siete años a su lado y le dio un hijo, pero la nostalgia que Odiseo sentía por su hogar y por su esposa Penélope, lo inmunizan en las astucias de Calipso.
En una balsa construída por el mismo, escapa Odiseo y, tras dieciocho días de navegación, llega a la visea de Corcira, la isla de los feacios, pero Poseidón, al reconocerlo, deshace su balsa en pedazos. No obstante, con la ayuda de del velo de Ino gana la costa, donde se encuentra con Nausica, la hija del rey, que lo conduce a la cuidad y lo presenta ante sus padres, Alcinoo y Arete. Aquí es objeto del trata más amable y hospitalario y, cargado de presentes, los reacios, a bordo de uno de sus maravillosos navíos, lo conducen a su país, al cual arriba en momentos en que se halla entregado al sueño, después de veinte años de ausencia.
Odiseo llega a su casa precisamente a tiempo para evitar el desastre que amenazaba a su hogar. Más de un centenar de jóvenes de la nobleza de Ítaca y de las islas vecinas se habían presentado como pretendientes a la mano de la hermosa Penélope; habían perseguido a Telémaco, hijo de Odiseo, que ahora ya era un hombre, y derrochaban los bienes del ausente soberano.
Penélope, para entretener a los pretendientes, había fijado un plazo para decidirse por alguno de ellos. El mismo finalizaría cuando acabase de tejer una prenda de abrigo para su suegro, que destejía durante las noches.
Al cabo de este tejer y destejer, una de sus sirvientas reveló el secreto a los pretendientes, Penélope no tuvo más remedio que terminar la labor. Prometió entonces que elegiría a aquel que triunfara en un concurso de tiro de arco, empleando para ello la ballesta de Odiseo, con la esperanza de que ninguno de sus pretendientes fuera capaz de manejar el arma.
Disfrazado por la diosa Minerva de mendigo, el día anterior al concurso llega Odiseo a la isla. Acude en seguida a la cabaña del pastor Eumeo, quien lo recibe hospitalariamente, aunque sin reconocerlo. La misma diosa hace que Telémaco, el hijo de Odiseo, se reúna con su padre en el mismo sitio y ambos planean la venganza contra los pretendientes.
En un disfraz de mendigo se presenta Odiseo en su casa, donde con gran dominio de si mismo contiene su ira ante la arrogancia de los pretendientes, quienes lo trataban con el mayor desprecio.
Al siguiente día se realiza la prueba de tiro. Consiste la misma en disparar, a través de los mangos de doce hachas, con el arco de Odiseo. Ninguno de los pretendientes es capaz de doblar el arco y Odiseo ante el asombro de todos, realiza la proeza. Ayudado por Telémaco, Eufemo y otro pastor y la alentadora presencia de Minerva, atraviesa con sus flechas a los asombrados pretendientes.
Logrado su triunfo y dueño ya de su casa, Odiseo se da a conocer a Penélope, y visita a su anciano padre.
Odiseo, rey de Ítaca, cuyo nombre griego es Odiseo, es hijo de Leartes y Anticlea.
La intervención de éste héroe en la Guerra de Troya fue decisiva ya que fue suya la idea del Caballo de Troya. Sus aventuras durante el viaje de regreso y su arribo al país natal forman La Odisea, la segunda de las dos obras inmortales de Homero.
Inmediatamente después de la partida de Troya, Odiseo llega al istmo de Tracia, la ciudad de los Cicones, y aunque consigue saquearlos, pierde a setenta y dos de sus compañeros en un sorpresivo ataque.
Desviados por el viento llegaron a la tierra de los lotófagos, quienes se alimentaban de la flor de loto, la cual provocaba la pérdida de memoria. Éstos les ofrecieron loto, tras lo cual los navegantes olvidaron su patria. Finalmente, Odiseo consiguió que los marineros volviesen a sus embarcaciones, para seguir rumbo a Ítaca.
Llegan en primer término al país de los Cíclopes donde el monstruo Polifemo encierra a Odiseo con doce de sus compañeros en una caverna. Cuando ya había devorado a seis griegos, Odiseo logra emborrachar al monstruo y le quita su único ojo, con lo que logra escapar con el resto de sus compañeros.
A partir de entonces Odiseo es perseguido por la ira de Poseidón, dios del mar y padre de Polifemo, quien lo persigue con terribles tempestades durante su viaje, manteniéndolo siempre alejado de su país.
En la isla de Eolo, el guardián de los vientos, halla una amable hospitalidad y al partir el dios le entrega una bolsa de cuero en la que se hallaban encerrados todos los vientos, con excepción del benéfico Oeste, para que los lleve en nueve días a la costa de Ítaca.
Mientras Odiseo descansa, sus compañeros abren la bolsa creyendo que contenía un tesoro y los vientos escapan. Arrastrados por la corriente, llegan de nuevo a la isla de Eolo, quien los echa indignado por considerarlos enemigos de los dioses.
Al llegar a Telepilo, la cuidad de Lamo, el rey de Anfitrite, sus lestrigones, caníbales de descomunal estatura, destrozan once de sus nave, salvándose la duodécima gracias a la astucia de Odiseo.
En la isla de Ea, la maga Circe convierte en cerdos a parte de la tripulación de su nave, pero el héroe, con la ayuda de Mercurio, la obliga a devolverles su forma humana.
Después de haber escapado de las sirenas, que con sus cantos atraían a los marinos y los hacían naufragar, y después de haberse salvado de los monstruos marinos Escila y Caribdis, Odiseo llegó a la isla de Trinacria , donde sus compañeros atacaron a los animales sagrados, dedicados al dios del sol, Helios. El dios supremo, Zeus, los castigó destruyendo con sus rayos los navíos y pereciendo así todos sus tripulantes, a excepción de Odiseo, quien se salva aferrándose al palo mayor y a la quilla; y al cabo de nueve días arriba a la isla de Ogigia, morada de la ninfa Calipso, hija de Atlas. Ésta lo retuvo siete años a su lado y le dio un hijo, pero la nostalgia que Odiseo sentía por su hogar y por su esposa Penélope, lo inmunizan en las astucias de Calipso.
En una balsa construída por el mismo, escapa Odiseo y, tras dieciocho días de navegación, llega a la visea de Corcira, la isla de los feacios, pero Poseidón, al reconocerlo, deshace su balsa en pedazos. No obstante, con la ayuda de del velo de Ino gana la costa, donde se encuentra con Nausica, la hija del rey, que lo conduce a la cuidad y lo presenta ante sus padres, Alcinoo y Arete. Aquí es objeto del trata más amable y hospitalario y, cargado de presentes, los reacios, a bordo de uno de sus maravillosos navíos, lo conducen a su país, al cual arriba en momentos en que se halla entregado al sueño, después de veinte años de ausencia.
Odiseo llega a su casa precisamente a tiempo para evitar el desastre que amenazaba a su hogar. Más de un centenar de jóvenes de la nobleza de Ítaca y de las islas vecinas se habían presentado como pretendientes a la mano de la hermosa Penélope; habían perseguido a Telémaco, hijo de Odiseo, que ahora ya era un hombre, y derrochaban los bienes del ausente soberano.
Penélope, para entretener a los pretendientes, había fijado un plazo para decidirse por alguno de ellos. El mismo finalizaría cuando acabase de tejer una prenda de abrigo para su suegro, que destejía durante las noches.
Al cabo de este tejer y destejer, una de sus sirvientas reveló el secreto a los pretendientes, Penélope no tuvo más remedio que terminar la labor. Prometió entonces que elegiría a aquel que triunfara en un concurso de tiro de arco, empleando para ello la ballesta de Odiseo, con la esperanza de que ninguno de sus pretendientes fuera capaz de manejar el arma.
Disfrazado por la diosa Minerva de mendigo, el día anterior al concurso llega Odiseo a la isla. Acude en seguida a la cabaña del pastor Eumeo, quien lo recibe hospitalariamente, aunque sin reconocerlo. La misma diosa hace que Telémaco, el hijo de Odiseo, se reúna con su padre en el mismo sitio y ambos planean la venganza contra los pretendientes.
En un disfraz de mendigo se presenta Odiseo en su casa, donde con gran dominio de si mismo contiene su ira ante la arrogancia de los pretendientes, quienes lo trataban con el mayor desprecio.
Al siguiente día se realiza la prueba de tiro. Consiste la misma en disparar, a través de los mangos de doce hachas, con el arco de Odiseo. Ninguno de los pretendientes es capaz de doblar el arco y Odiseo ante el asombro de todos, realiza la proeza. Ayudado por Telémaco, Eufemo y otro pastor y la alentadora presencia de Minerva, atraviesa con sus flechas a los asombrados pretendientes.
Logrado su triunfo y dueño ya de su casa, Odiseo se da a conocer a Penélope, y visita a su anciano padre.
Beleferonte:
Belerefonte es hijo de Poseidón y Eurínome, hija del rey de Megara. Todo comienza cuando Belerefonte es acusado de asesinar (accidentalmente) a un hombre que según algunas versiones sería Belero, un tirano de Corinto ( de aquí deriva su nombre Belerefonte que significa matador de Belero). A causa de ello Belerefonte fue expatriado y se dirigió a Tirintio. El gobernante de Tirintio era Preto quien purificó al héroe y lo limpio de su culpa. La esposa de Preto llamada Antea según algunos y Estenebea según otros se enamoró del héroe pero no fue correspondida por este. Entonces la mujer se quejó con su marido diciendo que este había tratado de seducirla. El hábil Preto envió a Belerefonte a la corte del padre de Antea, Yóbates, rey de Licia, para que le entregue un sobre sellado. Este sobre contenía una carta con instrucciones de Preto para que se deshaga del héroe. Sin embargo las reglas de la hospitalidad impedían matar a los forasteros con los que se había compartido la mesa. Entonces Yóbates no quiso inflingirlas, y para cumplir el encargo mando a Belerefonte a eliminar a Quimera, un terrible mounstro mitológico que lanzaba fuego a través de sus tres cabezas: una de león, otra de macho cabrío en el lomo y la tercera en la cola con forma de cabeza de dragón. Yóbates estaba seguro de que el héroe moriría.
Los dioses se dispusieron a ayudar a Belerefonte . Atenea entregó al héroe un freno de oro, con el que tras encontrar a Pegaso en la fuente de Pirene lo podría domar con facilidad. Pegaso era un hermoso caballo alado, que brotó junto con el gigante Crisaor de la sangre de que surgió del cuello de Medusa tras ser degollada por Perseo. Hay autores que afirman que era hijo de Poseidón y Medusa y otros que afirman que surgió de la tierra fecundada por la sangre de la Górgona. Este caballo le gustaba vagar por la tierra en estado salvaje y Zeus lo colocó a su servicio frecuentemente transportando el rayo del dios.
Gracias a este alazán que llevo a Belerefonte a donde se encontraba Quimera este pudo derrotar al monstruo . Tras fracasar en esta misión Yóbates envió a Belerefonte a combatir a los sólimos, pueblo vecino que invadía continuamente la región y cometía vandalismo. El héroe repelió a los sólimos y estos nunca más osaron a acometer contra Licia. Luego envió a Belerefonte a luchar contra las Amazonas, y el héroe venció nuevamente. De regreso Yóbates le había tendido una emboscada a Belerefonte, con un grupo de sus mejores guerreros; éste volvió a triunfar.
Yóbates se dio cuenta de que Belerefonte estaba protegido por los dioses entonces le mostró la carta enviada a él por Preto. Para demostrarle que le decía la verdad Yóbates le concedió la mano de su hija Filónoe o Antlicia y lo asoció al trono. Tras la muerte de Yóbates Belerefonte se convirtió en el rey de Licia. Tuvo dos hijos : Isandro e Hipóloco, y una hija Laodamia.
Pero el orgullo invadió su alma y un día este montó su caballo alado y se dirigió a los cielos para comprobar la existencia de los dioses. Por su incredulidad y soberbia, Zeus lo castigó haciendo que Pegaso se desbocara , precipitando a su amo al abismo. El caballo continuó su rumbo hasta que quedo convertido en la constelación que lleva su nombre.
Los dioses se dispusieron a ayudar a Belerefonte . Atenea entregó al héroe un freno de oro, con el que tras encontrar a Pegaso en la fuente de Pirene lo podría domar con facilidad. Pegaso era un hermoso caballo alado, que brotó junto con el gigante Crisaor de la sangre de que surgió del cuello de Medusa tras ser degollada por Perseo. Hay autores que afirman que era hijo de Poseidón y Medusa y otros que afirman que surgió de la tierra fecundada por la sangre de la Górgona. Este caballo le gustaba vagar por la tierra en estado salvaje y Zeus lo colocó a su servicio frecuentemente transportando el rayo del dios.
Gracias a este alazán que llevo a Belerefonte a donde se encontraba Quimera este pudo derrotar al monstruo . Tras fracasar en esta misión Yóbates envió a Belerefonte a combatir a los sólimos, pueblo vecino que invadía continuamente la región y cometía vandalismo. El héroe repelió a los sólimos y estos nunca más osaron a acometer contra Licia. Luego envió a Belerefonte a luchar contra las Amazonas, y el héroe venció nuevamente. De regreso Yóbates le había tendido una emboscada a Belerefonte, con un grupo de sus mejores guerreros; éste volvió a triunfar.
Yóbates se dio cuenta de que Belerefonte estaba protegido por los dioses entonces le mostró la carta enviada a él por Preto. Para demostrarle que le decía la verdad Yóbates le concedió la mano de su hija Filónoe o Antlicia y lo asoció al trono. Tras la muerte de Yóbates Belerefonte se convirtió en el rey de Licia. Tuvo dos hijos : Isandro e Hipóloco, y una hija Laodamia.
Pero el orgullo invadió su alma y un día este montó su caballo alado y se dirigió a los cielos para comprobar la existencia de los dioses. Por su incredulidad y soberbia, Zeus lo castigó haciendo que Pegaso se desbocara , precipitando a su amo al abismo. El caballo continuó su rumbo hasta que quedo convertido en la constelación que lleva su nombre.
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